Burro grande ande o no ande. Esa parece ser la tónica seguida por los consumidores a la hora de renovar su antiguo aparato de televisión de tubo por una moderna pantalla plana. Sin tener en cuenta los metros de su salón y la distancia recomendable (y saludable) para ver la tele, muchos son los que han optado por introducir en sus casas equipos de plasma de dimensiones enormes. Pero ahora la situación se está poniendo negra ya que, debido a los elevados recursos que consumen dichos equipos (hasta cuatro veces más electricidad que otros ejemplares como las LCD) y a que, en la actualidad, en los hogares hay el triple de aparatos eléctricos que en la pasada generación, la Unión Europeaha empezado a plantearse la conveniencia de su empleo para la salud del planeta. Será en primavera cuando, según informa Europa Presscitando al Daily Mail en su edición online, el organismo europeo fijará unos nuevos estándares máximos de consumo energético en dispositivos tecnológicos, los cuales, posiblemente, serán superados por los televisores de plasma, lo que podría provocar su desaparición a favor de otras tecnologías menos dañinas para el medioambiente. No obstante, un representante del ministerio de Medio Ambiente, Alimentación y Agricultura del Reino Unido declaró al rotativo británico que no todos los televisores de plasma pasarán a mejor vida, puesto que los últimos modelos han sido desarrollados teniendo en cuenta el entorno y no sobrepasan los niveles máximos exigidos.
Esta iniciativa se engloba dentro de la estrategia de Bruselas de evitar el calentamiento global reduciendo el consumo energético en el ámbito doméstico. Además, las propuestas comunitarias se están centrando en la prohibición de la fabricación de aparatos que malgastan energía introduciendo alternativas de bajo consumo.