Hace una semana conocimos que Cofimán, el mayor fabricante de PC de sobremesa nacional, está atravesando un mal momento económico, hasta el punto de que ha presentado concurso de acreedores ante el Juzgado de lo Mercantil en Jaén. Según el diario Expansión, a finales de 2006 la demanda pendiente de la compañía era de 20 millones de euros, una cifra que podría ser superior actualmente. A todas luces, existen dos razones que han conducido a Cofimán hasta esta situación: la merma en el número de contratos con la Administración y las desavenencias entre los principales socios de la firma.
Sea como fuere, lo cierto es que esta noticia es un claro indicador del “momento crítico” que está atravesando el sector. Ésa es al menos la opinión de Blas Barriendos, gerente del mayorista y fabricante local Akko System, que manifiesta su pesar por la situación de Cofimán y añade que, “por desgracia”, el sector va a acostumbrarse a noticias similares, dada que la situación económica a nivel general “no es buena”. El directivo insiste en que se trata de un “problema general”, aunque quizás el mercado informático ya lo está notando con mayor rotundidad porque no se dedica a artículos de primera necesidad, sino a un tipo productos de consumo que están entre las primeras partidas en las que el ciudadano da de lado en periodos de recesión. “La crisis en la que estamos inmersos es fuerte. Y en el caso concreto de las pymes resulta muy complicado que podamos seguir soportando nuestras estructuras o adaptarlas a la velocidad requerida si los mercados no se revitalizan a corto plazo”, apunta Barriendos.
La banca tensa la cuerda
Por si fuera poco, el directivo recalca que ahora mismo la banca no concede créditos, lo cual tensa más la cuerda. Así las cosas, el responsable de Akko cree necesario que el Gobierno, que a su juicio aún no ha entendido el problema de la empresa española, intervenga para superar este “bache económico”. “Son necesarias medidas de urgencia para evitar que muchos empresarios tengamos que echar el cierre y poner a nuestros empleados en la calle. Sin embargo, el Gobierno actúa de forma efectista, que es lo que le renta votos, reservando dinero, recursos y facilidades para las grandes empresas que anuncian despidos masivos, olvidándose de que las pymes somos el tejido empresarial de este país”, matiza Barriendos. Finalmente, el director de Akko apunta que la situación también se agudiza por el “mensaje catastrofista” que difunden los medios de comunicación, que hace que muchos ciudadanos que ni siquiera han notado la crisis se refugien en el “por si acaso” y dejan de consumir.
Posible recuperación de Cofimán
Al hilo de estas reflexiones, un alto ejecutivo de uno de los grandes mayoristas de informática que operan en España reconocía su sorpresa por la suspensión de pagos de Cofimán, aunque no descarta que la firma andaluza pueda recuperarse en cualquier momento gracias al cobro de alguna factura pendiente por parte de algún gran cliente o de la administración, donde Cofimán lo estaba haciendo bien.