En los últimos tiempos, la tecnología de virtualización se está convirtiendo en el eje de la informática empresarial. Todo, desde los servidores a las herramientas de seguridad, pasando por el almacenamiento, gira en torno a las plataformas de compañías como VMware o Citrix. Esta es la metamorfosis que también ha experimentando en los últimos años el catálogo de Albora, la división de software empresarial de Ingram Micro. “Cuando empezamos hace siete años, la palabra clave era la seguridad, pero las cosas han cambiado mucho”, explicaba Martí Figols, director general de Albora, en el marco de la cuarta convención de partners del mayorista, un encuentro de carácter anual que la firma organizó ayer en Madrid y que estuvo dirigido a un centenar de sus más fieles clientes.
En esa reunión, Figols y el resto del equipo directivo de la compañía, volvieron a insistir en los beneficios que trae la virtualización a los gestores de TI y la tremenda oportunidad de negocio que puede suponer para el canal de distribución. Mientras que en el centro de la estrategia de mayoristas como Afina y Magirus se ha colocado VMware, Albora, por su lado, ha ahondado en su relación con Citrix, una multinacional que, según el director general, se distingue de la competencia porque va más allá de los entornos de servidor y cubre todos los ámbitos, desde las aplicaciones, donde destaca el sistema de entrega de aplicaciones en Windows Presentation Server, al escritorio.
Incorporaciones al catálogo
Aproximadamente un 30% de la facturación de Albora proviene de las ventas de soluciones de este proveedor, un porcentaje muy parecido al de la que ha sido tradicionalmente primera marca de la firma desde su fundación hace siete años, Oracle. Además, algunas de las últimas incorporaciones al catálogo de Albora, como Datacore (virtualización de sistemas de almacenamiento), ThinPrint (impresión en entornos distribuidos) o Wyse (fabricante de clientes ligeros) van en la línea de reforzar esta propuesta.