Roberto Espinosa, responsable de canal de Intel en España, no comparte el pesimismo que sobre la situación económica transmite los medios de comunicación. En sus reuniones con los fabricantes locales de PC y con otros socios comerciales nacionales del gigante del silicio, nota inquietud y curiosidad, pero no por el nubarrón financiero, sino por encontrar vías de negocio más saludables que la mera venta de una máquina. «En los eventos que estamos organizando con nuestros distribuidores nos preguntan mucho por gestión remota de los equipos y virtualización, o por cómo reducir los niveles de consumo energético o de ruido en los servidores». Además, Espinosa asegura que Bloomfield, el procesador de cuatro núcleos que saldrá a mediados de noviembre y que está pensado para los PC más potentes que demandan los gamers, también está levantando mucha expectación.
Por otra parte, a los agoreros que dan por muerto el sobremesa y sólo conciben un futuro dominado por el portátil, Espinosa les recuerda que el desktop lleva algunos años manteniendo unos niveles de venta muy estables en España (alrededor del millón de equipos anuales). «En consumo sigue habiendo mucha gente que se compra un sobremesa como servidor de contenidos o como plataforma para ejecutar juegos». Además, Espinosa dice que la administración y las grandes cuentas siguen siendo reacias a comprar portátiles por cuestiones de seguridad, y que, en muchas ocasiones, este tipo de clientes acude al canal local y no a las grandes multinacionales de la informática.