Según Jesús Bárcenas, presidente del CEPYME, parte del problema proviene del hecho de que en España no se está aplicando la directiva europea que obliga a equiparar los plazos de pago con el resto de países del continente -cercanos a los 60 días- y que incumple la propia Administración. “Hasta ahora el retraso en los plazos de pago no era tan problemático porque había colchón, pero en estos momentos es un auténtico disparate mantener esos plazos de pago tan altos cercanos a los 200 días”. Según asegura el empresario en una entrevista concedida a www.tipcymes.es, esta situación está provocando que el pequeño o mediano empresario se esté convirtiendo en el director financiero de su cliente y ése no es su principal objetivo.
Asimismo, el empresario, que considera que la situación todavía no ha “tocado fondo”, solicita a las entidades bancarias que “cambien el chip” y ayuden a las empresas que son viables. “Los fondos ICO para financiación a las pymes han sido una respuesta a nuestra demanda, esperemos que las entidades bancarias, responsables de gestionar el 50% de los fondos, dejen de ser tan restrictivas”. También pide a las Administraciones públicas mayor coordinación entre el Gobierno central y Autonomías y mayor capacidad de reacción a la hora de dictar medidas concretas ante la crisis.
Para Bárcenas es innegable que la innovación tecnológica constituirá un factor esencial para que la empresa española pueda ganar en competitividad y de esta forma poder competir con los países desarrollados y emergentes. El directivo considera que debemos tener mayor capacidad de innovación porque tenemos enfrente a países poderosos que están creando empleo, como Alemania, Francia e Italia, y también a los nuevos estados emergentes. “Empezamos a ser el farolillo rojo en destrucción de empleo y debemos tener claridad de ideas para ejecutar bien todas estas iniciativas”.
La internacionalización y la formación son otros dos aspectos que contribuirán a mejorar la rentabilidad y productividad de las pymes en nuestro país, dos de los males endémicos que afectan a la empresa española. “Debemos marcarnos metas más ambiciosas que incluyan no sólo promover la exportación, sino contemplar la posibilidad de abrir oficinas fuera de España”.