La irrupción de la inteligencia artificial generativa ha despertado tanta expectación y optimismo como temores. Expectación porque está llamada a revolucionar muchos procesos en las empresas y a disparar la productividad en muchas áreas. Pero también amenaza muchos empleos, o, por lo menos, la forma de trabajar hasta hoy en muchas posiciones.
Una encuesta de InfoJobs, realizada en España a un millar de personas entre 16 y 65 años, analiza precisamente cómo está impactando la IA en el desempeño diario de los trabajadores. Así, se sabe que uno de cada cuatro empleados declara haberla utilizado en el ámbito laboral.
De acuerdo con las previsiones realizadas por el FMI, prácticamente el 40% del empleo mundial está expuesto a la inteligencia artificial. El mayor riesgo se da en las economías avanzadas, por la prevalencia de empleos orientados a tareas cognitivas. Aunque, al mismo tiempo, la integración de la IA ayudará a mejorar la productividad y será un complemento al trabajo humano.
La consulta de InfoJobs deja ver que dos de cada cinco trabajadores (37%) opinan que la inteligencia artificial podría sustituir a una gran parte de las plantillas y este hecho conllevaría un alto índice de despidos. Este dato ha aumentado en 18 puntos porcentuales al registrado en marzo de 2023 (19%), cuando la IA apenas llevaba pocos meses de recorrido desde su expansión y todavía no se había alcanzado su nivel máximo de popularidad. Además, son menos quienes opinan que la fuerza humana laboral no sea fácilmente sustituible (19% vs. el 27% de marzo de 2023).
A su vez, la preocupación por el impacto de la IA en el propio puesto de trabajo aumenta. En marzo de 2023, el 63% declaraba tener una preocupación baja (3,2 sobre 10), pero ahora esta preocupación aumenta a niveles medios (3,5) y supone el 57%, mientras que los niveles de mayor preocupación se mantienen prácticamente igual que nueve meses antes.
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Ventajas y desventajas de la IA en el ámbito laboral
Quienes en mayor medida usan la IA perciben más sus ventajas y desventajas
En cuanto a las ventajas de usar la IA en el ámbito laboral, las principales son la automatización de tareas repetitivas, con el 34% de las menciones; y la reducción de costes, con el 29%.
Resulta significativo que quienes están más cercanos al uso de herramientas de IA, los usuarios activos, sean aquellos que en mayor proporción perciben sus ventajas. De forma que los porcentajes de estas se incrementan frente a aquellos que declaran no usarlas, pero al sugerirles opciones, las utilizan (usuario pasivo) y a quienes declaran no utilizarlas (no usuarios): la automatización de tareas que son repetitivas (46% de los usuarios activos frente al 41% de los pasivos y el 25% de los no usuarios), y la reducción de costes (38% de los usuarios activos frente 38% de los pasivos y el 21% de los no usuarios).
Entre las desventajas que se plantean, la sustitución de empleados por las herramientas de IA se posiciona en primer lugar, con el 50% (siendo en el caso de los usuarios activos del 40% frente 61% de los usuarios pasivos y 50% de los no usuarios); seguida de la falta de empatía o inteligencia emocional, con el 39%; y el aumento de la dependencia tecnológica (37%).
Llama también la atención que aquellos empleados que en mayor medida usan la IA, sean a su vez quienes más desventajas perciben. Por otro lado, el 6% de los usuarios activos cree que no hay ninguna desventaja, frente al 5% de los usuarios pasivos y el 16% de los no usuarios.
Más optimismo entre los jóvenes y los usuarios activos
Los resultados de la consulta de InfoJobs también indican que un mayor acercamiento a las herramientas de IA en el ámbito laboral impacta en una visión más positiva de las mismas. En este sentido, el balance emocional de quienes declaran utilizar IA (usuarios activos) empuja hacia la curiosidad (6,4), la tranquilidad, la seguridad o el entusiasmo (las tres reciben un 6,2), al contrario de los usuarios pasivos, más apáticos (5) y cautelosos (4,5).
Quienes no tienen ningún acercamiento (no usuarios) muestran un balance negativo: se sienten amenazados (5,2), inseguros (5) o desconfiados (4). También se percibe una brecha generacional, pues a medida que avanza la edad se percibe mayor pesimismo, indiferencia o desconfianza, mientras que los más jóvenes experimentan más tranquilidad y curiosidad.