Por Creu Ibáñez. No se puede negar la evidencia. Aunque no conviene perder el optimismo, hay que ser realistas y reconocer que la economía española está atravesando dificultades que pueden afectar, en menor o mayor medida, según la preparación de cada empresa, al sector tecnológico. No hay una receta universal para capear la crisis, pero las claves para sobrevivir son, entre otras, la especialización; ajustarse el cinturón a la hora de jugar con los precios; un aumento de la eficiencia en los procesos empresariales para detectar los puntos débiles; y hacer frente a los riesgos de morosidad con nuevas fuentes de financiación (renting o leasing) y nuevos modelos de venta (desde el pago por uso hasta el software como servicio). Los bancos están transmitiendo la presión financiera a sus clientes. Las más perjudicadas son las pequeñas y medianas empresas que, poco a poco, empiezan a perder liquidez y son más cautelosas a la hora de invertir en departamentos como el informático. Toda esta incertidumbre económica está haciendo mella en la confianza de los consumidores. De hecho, el Indicador de Confianza del Consumidor que elabora el Instituto de Crédito Oficial descendió en junio por cuarto mes consecutivo. Este deterioro de la confianza refleja el actual momento de dificultades económicas derivadas de la crisis financiera, el encarecimiento del crudo, el aumento de los tipos de interés, el repunte de la tasa inflación y el menor dinamismo de la actividad económica. Los consumidores españoles siguen viendo el futuro negro. Como consecuencia de este clima económico, las decisiones de compra de infraestructuras tecnológica se empiezan a retrasar. Cada vez cuesta más tomar una decisión de compra, porque la capacidad de endeudamiento es mucho menor, al igual que les ocurre a las familias. Todas estas decisiones tardan más en tomarse por el factor psicológico. Se meditan más. Todo esto a corto o medio plazo tendrá consecuencias en los márgenes de las empresas tecnológicas, desde mayoristas hasta distribuidores, pasando por fabricantes. Lo peor llegará en la campaña de Navidad, momento que, según IDC, marcará el arranque de un annus horribilis, el de 2009. La propia consultora concede que ya en 2010 se empezará a remontar esta etapa de dificultades económicas. Por el momento, ya ha habido algunos integradores nacionales, como Cofimán a principios de año, y algún fabricante internacional, como el alemán Maxdata el pasado mes de junio, que han presentado concurso de acreedores. La justificación del fabricante alemán fue precisamente “la alta presión de la competencia y la enorme caída de los precios en la industria tecnológica”. La receta no está clara Preservar el empleo es la clave El problema de la financiación Retraso de los pagos Recetario para afrontar la crisis Información:
Bechtle 902 181 614 www.bechtle.es
CompuBase +33 (0)169 183 439 www.compubase.net
Diode 902 174 417 www.diode.es
eQuatium 914 113 219 www.equatium.com
GTI 902 444 777 www.gti.es
IDC 917 872 150 www.idc.com/spain
Infor 913 836 060 www.infor.es
Fujitsu Siemens 902 118 218 www.fujitsu-siemens.es
Tech Data 914 148 348 www.techdata.es
Ticnova 977 309 100 www.ticnova.net
