La lotería de Navidad trae nuevas posibilidades de blanqueo de dinero para los delincuentes. Éstos compran billetes de lotería premiados a un precio superior (entre el 10% y el 20%) con el objetivo de distribuir el dinero negro. Algunos premiados deciden sacarse un pellizco extra con sus décimos y desconocen el motivo por el que esos compradores pagan más. Pero el fisco es conocedor de esta práctica y si un agraciado con El Gordo que acepte un sobreprecio por un décimo es pillado, tendrá que pagar a Hacienda más de la mitad de todo lo ganado.
El cuerpo especial de gestión de la Hacienda Pública (Gestha) recomienda depositar los premios de elevada cuantía en una entidad financiera, de modo que sea ésta la encargada de gestionar su cobro. Asimismo, sugiere rechazar cualquier transmisión del billete premiado por mucha seguridad que aparentemente ofrezca el comprador.
En los últimos años se han emitido billetes para el sorteo de Navidad por un valor de más de 3.300 millones de euros. En 2007 los españoles compraron 2.867 millones de euros en Lotería de Navidad, un 5,69% más que el año anterior.