El 40% de la pérdida de datos se produce por problemas eléctricos. Un porcentaje bastante elevado que no entiende de tamaños ni de tipologías de negocio. Todas las organizaciones, en mayor o menor medida, emplean algún dispositivo que funciona con electricidad. Esto da lugar a que hospitales, quirófanos, bancos, comercios y oficinas, hasta entornos mucho menos críticos como bares, restaurantes e incluso hogares, necesiten un buen SAI para optimizar al máximo su rendimiento. Además, dada su versatilidad, estos equipamientos encuentran su utilidad en cualquier compañía que se precie, algo de lo que cada vez son más conscientes los responsables de las empresas. Sin embargo, la industria de los sistemas de alimentación ininterrumpida se está contrayendo, en especial en el ámbito doméstico y de la pyme, terrenos que más duramente están siendo atacados por la crisis -sin olvidar la Administración Pública, acosada por los recortes-. Pero aparte de la falta de inversión de estos clientes, la caída en la comercialización de estos dispositivos también ha venido marcada por la bajada en las ventas de PC (30%) y servidores (20%). Es más, como informan desde el departamento de marketing de Socomec Ibérica, el mercado de los UPS se ha visto estancado después del retroceso producido hace un par de ejercicios y que “teniendo en cuenta que el IPI (Índice de Producción Industrial) de la industria manufacturera entra en tasa negativa en 2011 (-1,4%) y que la evolución del sector de bienes equipo eléctrico refleja un descenso del -1,3% que se añade al -2,7% de 2010, no se puede augurar una recuperación inmediata del negocio”. De hecho, explican que numerosos proyectos se han visto suspendidos o aplazados por falta de financiación y se ha extremado la “guerra de precios”. Las operaciones que se llevan a cabo son, en su mayoría, ampliaciones o reformas de instalaciones ya ejecutadas por eso creen que gran parte de las ventas serán para “empresas nacionales que están buscando negocios en países emergentes”. Para Alberto Castella, director de marketing de Emerson Network Power España, la situación no es tan preocupante pues considera que debido a que estos productos llegan prácticamente a lo totalidad de los campos de actividad existentes, se presentan oportunidades en cualquier ámbito en el que haya procesos críticos que sea necesario proteger. “Por ello, podemos decir que, a pesar de la dificultad a la que se están enfrentando muchas empresas en estos primeros meses de 2012, nuestro sector no se ha visto totalmente afectado”. Pero no marcha todo lo bien que se desearía –no se ha experimentado el ritmo de crecimiento que se venía registrando durante los años anteriores al inicio de la inestabilidad económica- puesto que la toma de decisiones se ha ralentizado, al fin y al cabo, no es ajeno a la desaceleración generalizada y global en la que estamos inmersos. “Aunque siguen surgiendo nuevas propuestas de colaboración o grandes proyectos, estos han decrecido en comparación con años anteriores”, confiesa Esther García García, responsable de marketing de Riello.
Para contrarrestar tal lentificación, los pocos fabricantes que se reparten el pastel (recordemos que desde hace unos años hemos asistido a una agrupación generalizada que ha dado lugar a un escenario ocupado tan sólo por un puñado de actores) se han puesto las pilas buscando alternativas y apostando por la innovación (eficiencia energética), el lanzamiento de promociones agresivas ajustando los precios (ofreciendo buena relación calidad-precio) o de soluciones paquetizadas y la búsqueda de apoyo y desarrollo a través del canal de distribución. Asimismo, los proveedores han encontrado otra salida en el mantenimiento de los equipos, un servicio cada vez más importante para el consumidor de estos sistemas que busca ahorrar costes y reducir su gasto en tecnología. O como exponen desde Riello: “El mercado está principalmente centrado en la modificación de máquinas para adecuarlas a las nuevas circunstancias, donde no sólo se prima la bajada de costes, sino también la eficiencia energética, cuidando cada vez más del medio ambiente”. Albert Carrera, director de marketing de Salicru, habla también de los servicios: “creemos que en tiempos de crisis adquieren una mayor importancia ya que es nuestro valor añadido más evidente y lo que nos permite ganar competitividad”. Y afirma que “con el fin de dar una respuesta personalizada y ajustada a las necesidades específicas del cliente, queremos que estos nos vean como sus socios tecnológicos, un partner que les garantice la seguridad y calidad del suministro eléctrico en sus productos productivos pero también que ofrezca un servicio integral que vaya desde la venta del equipo hasta su instalación, mantenimiento, formación y asesoría técnica”. Igualmente, fuentes de Socomec mencionan asistencias como trasporte, retirada y reciclaje de los dispositivos, atención técnica telefónica inmediata y funciones de soporte.
Y llegó el centro de datos
No obstante, el auténtico impulsor de estos sistemas ha sido el centro de datos. Como ha ocurrido con otros productos del mundo de las TI (véase el caso de los servidores), la ingente cantidad de información generada ha dado lugar a la proliferación de los CPD, lo que abre puertas a los UPS (del inglés, Uninterruptible Power Supply). Prácticamente todas las compañías de mediana o gran dimensión tienen algún tipo de granja de estas características –las grandes, varios- e incluso las pequeñas empiezan a decantarse por este modelo. En este contexto, mucho tiene que decir el cloud computing, tendencia asentada y que ha supuesto un igualmente cambio en el negocio tradicional de estas soluciones (esta tendencia propicia el desarrollo de nuevos y mayores CPD que requieren de más capacidad energética). Un driver importante de este mercado, como lo califica Alberto Castella, de Emerson, “aunque se hable de cloud y otros términos abstractos, al final todo acaba teniendo un soporte físico que necesita alimentación eléctrica de calidad, refrigeración de precisión, etc.” No en vano, hasta hace poco, la pyme era propietaria de un pequeño núcleo de servidores, alternativa que ha sustituido por un contrato de servicios en la nube. Eso sí, las organizaciones optan por llevar sus recursos a la cloud y, por lo tanto, la protección eléctrica que antes requería ya no es una necesidad que deba ser cubierta en sus propias instalaciones, la protección, por ende, cambia de lugar físico pero sigue siendo imprescindible. No hay que olvidar que un entorno virtualizado exige nuevos requisitos de alimentación ininterrumpida pues un fallo de suministro eléctrico en una máquina física puede impedir decenas de servicios virtuales. En estas unidades, no sólo es importante la protección física de los equipos informáticos o de comunicaciones implicados, sino la de los servidores de bases de datos que gestionan información crítica o sensible. En Socomec Ibérica la relevancia de estos “usuarios” para el negocio no admite dudas: “El sector que está proporcionando una mayor facturación en el mercado es el de los pequeños centros de datos (20-200 kVa) ya que en él hay una mayor concienciación para conseguir la máxima disponibilidad eléctrica en sus instalaciones. Sobre todo, teniendo en cuenta las pérdidas que podría llegar a suponer una parada de sus instalaciones, se apoyan más en la utilización de soluciones para la continuidad de servicio con energía de alta calidad”, especifican. Una idea en la que coincide José Vicente Manzano, responsable de ventas de canal TI de Eaton: “Las empresas se están concienciando de lo que supone en costes la pérdida de información o dejar de estar operativo por alguna incidencia técnica, por ello la apuesta en productos y servicios para data centers es cada vez más importante”. El directivo indica asimismo que aunque el número de proyectos ha disminuido, “sí que es verdad que la inversión en data center sigue siendo importante y clave”. Idéntica opinión manifiesta Miguel del Moral, director de distribución TI de APC by Schneider Electric: “El sector que más está creciendo es el que está ligado a los centros de datos –en España lo está haciendo alrededor de un 8%-, ya sea inversión en mantenimiento, ampliación o nuevas instalaciones y este segmento está muy ligado al desarrollo del cloud computing”. Y, por supuesto, estas instalaciones requieren una alimentación limpia y estable. “De ahí la importancia del SAI y el papel que juegan, junto con al resto de componentes del centro de datos, para el desarrollo futuro de la empresa”, puntualiza. No es de extrañar, como apuntan otras voces de la industria, que la eficiencia energética y el hecho de reducir el impacto medioambiental, se presente como “la principal preocupación en estos momentos en lo que respecta a las tendencias de evolución de los CPD”.
El canal tiene que adaptarse
De todo lo dicho, lo que el partner debe retener es que el negocio de los SAI está evolucionando y que debe moverse rápidamente con las necesidades del mercado. En el mundo de los centros de datos y las infraestructuras hay camino por desarrollar, al igual que en el ámbito de las pequeñas y medianas empresas que, en muchos casos, no conciben el SAI como un elemento fundamental dentro de su equipamiento tecnológico. No debe pasarse por alto que la distribución juega un papel fundamental en este terreno. “Su capacidad de consolidación e integración de soluciones y su capilaridad son elementos clave”, afirma Alberto Castella, de Emerson Network. Así como su cercanía con el cliente, de cuyas necesidades están al tanto, como expone Carrera, de Salicru. También recalca su importancia Miguel del Moral, de APC, para el que el distribuidor debe cambiar el chip y ofrecer al cliente soluciones globales. Ya no se trata de vender un SAI asociado a un PC o un servidor, ahora hay que proporcionar mucho más para entrar de lleno en el CPD como refrigeración, racks, suelo técnico, cámaras de seguridad y software. Pero para poder proporcionar al cliente una propuesta llave en mano, el distribuidor o integrador debe formarse, un aspecto en el que están haciendo mucho hincapié los fabricantes. Lo que está claro es que recibir una alimentación eléctrica constante y de calidad se antoja indispensable para cualquier entorno TIC.