Según los balances remitidos al Registro Mercantil, tan sólo dos grandes firmas multinacionales reportan pérdidas frente a la tónica general de consecución de beneficios. A pesar de ello, la cifra de rentabilidad continúa siendo muy reducida, 1,02% del total, y muy distanciada de magnitudes que permitirían alejar el fantasma de la crisis sobre un negocio en permanente tela de juicio. El volumen total de facturación entre esos diez primeros espadas ascendió a 2.837 millones de euros (472.037 millones de pesetas), un 6,5% más que el ejercicio precedente. En los resultados del ejercicio de 2004 llama la atención la sorprendente recuperación de Ingram Micro (16,7% de cuota de mercado), que no sólo consigue recuperar la segunda posición de la tabla, sino que logra enjugar sus números rojos y convertirlos en unos beneficios de la nada despreciable cantidad de 5,8 millones de euros. Peor parada ha salido Tech Data que, a pesar de mantener su posición de liderazgo con 586 millones de euros de facturación y una cuota de mercado del 20,6%, reporta unas pérdidas de 5,7 millones de euros tras dos años en franca recuperación. Miguel Medalla, director financiero de Tech Data, explica que los resultados de la compañía, como en años anteriores, se vieron lastrados por las provisiones a Hacienda en concepto de IVA (alrededor de 7 millones de euros). Este capítulo erosionó unos beneficios de explotación que ascendieron a 3,2 millones de euros. A pesar de todo, Medalla reconoce que los márgenes en que se mueve el sector (él trabaja con una previsión para el año fiscal en curso del 0,98%) hablan a las claras de la dureza del negocio. En el capítulo de ingresos, Medalla corrige a la baja el dato de su año fiscal 2005 [del 1 de febrero de 2004 a 31 de enero de 2005] y asegura que la filial española facturó 586 millones de euros (por 591,8 que le asigna el informe proporcionado por Axesor). Esto supuso un crecimiento del 8,7% en el periodo, muy en consonancia con el crecimiento general del mercado que en estos momentos calcula la patronal Asimelec, que gira alrededor del 9%. “La implantación de SAP durante el pasado abril, unido a la unificación de las compras y el backoffice con Portugal y la propia integración de Azlan en el último tramo de 2005 explican esta bajada del ritmo de crecimiento”, señala Medalla.
Por su parte Actebis también experimentó una mejoría ostensible con una reducción monumental de sus cifras de pérdidas, ahora reducidas a 323.964 euros, frente a los 3,17 millones de euros reportados el pasado año. La facturación también creció un 17% en relación al anterior ejercicio y ascendió a 133 millones de euros, la más fuerte de los últimos cuatro años. Juan Manuel Molina, que sustituyó a Ralf Germer en la jefatura de la empresa el pasado mes de mayo, ya ha anunciado que quiere repetir crecimiento gracias a la ampliación de su portfolio de productos en imagen digital, PC y networking.
Aunque Memory Set acaba de perder su condición de mayorista local tras ser adquirida por la italiana Esprinet, alcanza el mayor volumen de beneficios de todos los mayoristas (12,64 millones de euros) y una impresionante cuenta de resultados (476 millones de euros en el año 2004).
Por su parte, UMD, el mayorista con sabor local del grupo Fayrewood, continuaba rubricando la buena marcha del negocio y anunciaba unos beneficios de 9,025 millones de euros, lo que supone un margen del 3,85% sobre los 235 millones de euros de facturación, el mayor de todos los mencionados. De los buenos resultados cosechados por la compañía gestionada por Mario Legorburu da buena cuenta la apertura de su nueva sede en Vizcaya para facilitar la expansión del grupo.
En un tercer pelotón se encuentran otras firmas nacionales que, pese a registrar facturaciones más modestas, dan cuenta de una buena bolsa de ganancias. Es el caso de Diasa que en el año 2004 incrementó sus ingresos en un 13% y alcanzó unos beneficios de 2,6 millones de euros, todo un logro en las fechas y tiempos que corremos. La firma capitaneada por Ramón Moreno y perteneciente al holding familiar Sánchez-Ramade ha sabido capitalizar su condición de mayorista de valor adscrito a la órbita de IBM creando una cartera de proveedores selectos. Tampoco se queda atrás Diode, que el pasado año registró unos beneficios de 1,22 millones de euros sobre una facturación final de 144,4 millones de euros. La firma dirigida por Agustín Alarcón es una de las históricas del sector que ha conseguido mantenerse a flote gracias al correcto product mix de su catálogo y la excelente aceptación de sus equipos Visa.
En la décima posición se encuentra GTI, que, al igual que Diode y Diasa, ha sabido convertir en ventaja competitiva su especialización en el mercado del software combinando magistralmente las líneas de volumen con las de valor. Los beneficios de 1,84 millones de euros son prueba de la correcta política aplicada por Juan Pablo Rossi e Ignacio Sestafe.