El canon digital, compromiso socialista con los autores que luchan contra la piratería, sigue generando polémica. Pese a que ha pasado más de un semestre desde su aprobación, la aplicación de este gravamen está acumulando serios retrasos, quizá por que es una de las iniciativas que más disputas levantó durante la pasada campaña electoral, con la que los populares intentaron acercarse al votante joven. Según publica Expansión, la publicación de la orden definitiva, que preparan conjuntamente los ministerios de Cultura e Industria, para la aplicación del canon puede ver su luz en los próximos días.
De hecho, la plataforma de Todoscontraelcanon.es, a través del presidente de la Asociación de Usuarios de Internet y miembro de esta plataforma, Miguel Pérez Subías, asegura que es “absurdo defender un modelo que empobrece a aquellos a los que quiere compensar, ya que para la mayoría de los autores pagan más canon por su actividad que el que luego reciben de las entidades de gestión. El modelo actual solo beneficia al intermediario y empobrece a toda la sociedad”.
La aplicación de estos gravámenes en soportes electrónicos con capacidad de almacenamiento digital (desde discos duros externos (12 euros), grabadoras de CD (0,60 euros) y de DVD (3,40 euros) hasta MP3 (3,15 euros), teléfonos móviles (1,50 euros) o impresoras (inyección de tinta 7,95 euros y láser 10 euros)) puede agudizar la crisis en el consumo tecnológico.
C
