Después de un año difícil, con un marzo particularmente complicado y con el hundimiento del mercado en agosto, parece que la venta de monitores LCD para ordenador ha empezado remontar. Así, según los datos de la consultora británica Context, en octubre se comercializaron 85.000 pantallas en España, que dieron una facturación de 11 millones y medio de euros. En el desglose de fabricantes, se nota que el mercado de monitores LCD, al contrario de lo que pasa con el de portátiles o del teléfonos móviles, está muy fragmentado.
Marcas históricas como Samsung, LG o Philips, con tecnología propia de fabricación, mantienen cuotas relativamente relevantes. Sin embargo, en los últimos años compiten de tú a tú con los líderes del negocio de PC, como HP y Acer. Llama la atención la poca presencia que tienen compañías que luego llenan los lineales de televisores LCD, como Sony, Toshiba u Oki. En fin, se trata de un mercado muy competido y donde cada trimestre, además, los porcentajes de cuota cambian significativamente.
Por otra parte, este negocio no ha podido vivir al margen de las cruentas guerras de precio que ha sufrido la informática en los últimos años y el panorama de precios ha cambiado radicalmente. Le ha pasado lo mismo que al de portátiles, impresoras o escáneres. Los datos de Context son concluyentes. Hoy, más del 80% de las unidades que se comercializan en España están por debajo de los 200 euros. Es un porcentaje marginal el que representa a los monitores de más de 300 euros. Context también muestra que esto viene siendo así desde enero de 2009.
Por último, el tamaño sí que importa. El estándar parece que se sitúa entre las 18 y las 22 pulgadas. De hecho más de un 50% de los paneles comercializados en octubre salieron con estas dimensiones. No obstante, hay que decir que, en este aspecto, como en las marcas, la fragmentación es total. Hoy se compran monitores que van desde los 15 pulgadas a nada menos que 65. Y es que el uso que se le da estos aparatos varía mucho. Hay monitores para el escritorio de casa que sirven a un niño para navegar por Internet, pero hay otros que pueden llegar a dar soporte a aplicaciones gráficas potentes o que incluso sirven para instalaciones de señalización digital en espacios públicos.