Esprinet Ibérica empieza diciembre con novedades.Y es que, a la vista de los resultados de la filial española, que durante los nueve primeros meses de este año había vendido un 14% menos que en el mismo periodo de 2007, el aumento de costes en el tercer trimestre y las poco esperanzadoras perspectivas macroeconómicas del mercado, el mayorista no ha perdido el tiempo y, desde septiembre, tiene en marcha un plan de reestructuración para ponerse a tono con el escenario.
La iniciativa se ha traducido en la centralización en Zaragoza de todas sus actividades en la Península. Esta medida, completada entre octubre y noviembre, implicó que aquellas tareas de front y back office, desempeñadas anteriormente desde Bilbao, fueron transferidas al almacén aragonés. De esta manera, la multinacional pretendía ofrecer mayor agilidad de respuesta a los pedidos.
Como consecuencia de este proceso, hay fuentes que hablan de más de un centenar de despidos en la filial local, aunque, el exceso de personal, principalmente en la sede de Bilbao que se ha clausurado, se gestionó con negociaciones uno a uno y mediante “un acuerdo colectivo con las distintas autoridades laborales locales”, según comentan fuentes internas del propio mayorista. La dirección de Esprinet ofreció a la plantilla de la antigua UMD (que fue adquirida por la firma italiana en 2006) tres salidas: desplazarse al centro aragonés, acogerse al plan de regulación de empleo o convertirse en comerciales externos. Actualmente, Bilbao ha pasado a ser una sede comercial más que da trabajo a 7 personas.
Del resto de oficinas tan sólo ha quedado en pie la de Madrid, que cuenta actualmente con 5 personas. Por su parte, Valencia y Barcelona se han constituido como una red comercial externa compuesta por 4 y 1 empleado, respectivamente. Además, el mayorista posee un comercial externo para gestionar la zona sur. En total, en Esprinet Ibérica trabajan alrededor de 330 personas al día de hoy.