A Agustín Alarcón le apasionan las finanzas y se podría pasar horas analizando la difícil coyuntura por la que atraviesa la economía española y, por derivación, el sector informático nacional. En esta entrevista, realizada en sus espaciosas oficinas de Madrid, el director general de Diode, hace un repaso a lo que está siendo la actividad del mayorista desde que reporta a su nuevo dueño, Caja Duero. También adelanta las previsiones que maneja para un año complicado en el que la facturación de los principales mayoristas del país podría bajar más de 10 puntos, lo que, en su opinión, pasará previsiblemente factura al capítulo del empleo. Alarcón espera que los ingresos de Diode no caigan más de cuatro o cinco puntos, aunque, como contrapartida, el directivo está haciendo todo lo posible porque el margen bruto mantenga al final del ejercicio contable el crecimiento del 7% que llevaba hasta julio. En cualquier caso, Alarcón cree que las oportunidades van a seguir ahí y que el secreto estará en conseguir el mix óptimo de productos y actividades.
A principios de año sorprendía a todo el sector la noticia de que Diode era adquirida por Caja Duero. ¿Cómo explica una operación tan sui generis [la de una entidad financiera comprando un mayorista]?
Efectivamente no es una operación normal, pero hay que entender que los bancos y cajas invierten en multitud de empresas de muy diverso tipo. Estas entidades suelen entrar por un tiempo en empresas que les interesan e intentan hacer beneficios y luego vender con una cierta plusvalía. Además, en nuestro caso, la relación ya venía de atrás, puesto que en nuestro principal accionista hasta la fecha de la compra, Techfoundries, Caja Duero tenía un 20%.
La caja aseguró que no quería cambiar nada en Diode. ¿Cuál ha sido la experiencia en estos meses?  
En el día a día no ha habido cambio. Yo estoy en mi puesto, [Josep] Mongay sigue en el suyo. Además, el presidente independiente que había, que era Juan Soto, sigue con nosotros. La novedad es que han entrado tres consejeros de Caja Duero. El consejero delegado, Arturo Jiménez, es, obviamente, el más implicado.
Arturo Jiménez, su nuevo jefe, también habló de sinergias. ¿En este momento está Diode trabajando de alguna forma para la entidad castellano leonesa?  
Por el momento no colaboramos con ellos. Sólo llevamos ocho meses y las cosas no se hacen tan rápido. Eso sí, uno de los consejeros de Diode es el director de informática de Caja Duero y ya van conociendo los productos que tenemos. Eso hará que tengamos mayores opciones en el futuro.
Caja Duero fue explícita a la hora de marcar los objetivos de venta. En aquel momento, Arturo Jiménez se marcó un crecimiento para este año del 12% [Diode rozó los 200 millones de euros en 2007] y una drástica reducción de los costes financieros. ¿Cómo van las cosas?
Vamos a revisar los resultados que habíamos planteado a finales de 2007. En diciembre no preveía la crisis ni nosotros, ni Caja Duero, ni nadie.
Hasta julio hemos caído en facturación un 4%, sin embargo, el margen lo hemos aumentado un 7%. El reto ahora es mantener la rentabilidad en estos niveles jugando sobre todo con el mix de producto y actividades y con un recorte de gastos. Eso sí, no creo que podamos crecer el 12% en ingresos que nos habíamos marcado en principio.
</strong>Efectivamente ha sido muy duro. El tema de la crisis se ha notado sobre todo al acabar las elecciones generales. No obstante, el susto empieza en mayo y luego no ha habido oportunidad de recuperarse. Las caídas de facturación están siendo muy superiores a ese 4 o 5%. Como consecuencia, estoy empezando a notar cómo mucha gente no está cogiendo pedidos con márgenes inexistentes o muy escasos. Este año están haciendo mucho daño los costes financieros crecientes y sigue siendo terrible el asunto de los plazos de pago, que lleva al canal, que paga a 15 o 30 días, a cobrar a 90. Eso, con los tipos de interés que hay ahora, cuesta mucho dinero a la distribución. También habrá que ver cómo resolvemos la elevación del coste de los carburantes, que tarde o temprano habrá que repercutir a la factura. No obstante, yo creo que algunas de estas rémoras se pueden empezar a solucionar en estos momentos de complicaciones.
<strong>Usted preside la Comisión de Mayoristas de Asimelec, donde las principales firmas de distribución del país comparten datos de actividad de forma periódica. ¿Cómo están las cosas?</strong>
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Por el momento no puedo dar datos oficiales de Asimelec, pero mi previsión es que la actividad va a caer este año por encima del 10% y no descarto que esté en torno al 15%. En el lado de los fabricantes, sobre todo de los que no tienen una gama de producto muy diversa, las cosas pueden estar aún peor.
<strong>¿Va a haber despidos en el sector como consecuencia de esta caída de la actividad?</strong>
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Este es un sector muy dependiente de la mano de obra y de su cualificación. El gran valor de un distribuidor o un mayorista es tener gente para llevar el producto al mercado. Que nadie piense que si quita personal el negocio sigue igual. Eso pasa en las empresas muy grandes, pero aquí todo está muy optimizado. No obstante, yo creo que el sector va a revisar este capítulo y nosotros [Diode tiene algo más de 200 empleados] tendremos que también ver el negocio división a división.
<strong>¿Cómo ve usted la última parte del año?</strong>
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Yo lo veo con preocupación. Todos los problemas de la banca al final van a repercutir a todos los sectores. La inversión de empresas y particulares en informática también va a sufrir. Nosotros tenemos muchos clientes, como tiendas tradicionales, que nos están comprando a lo largo del año un 50% menos que el año pasado. En nuestro caso, hemos podido compensar porque hemos entrado fuerte en la gran superficie. Además, nos están salvando herramientas de productividad como las de identificación automática [lectores de códigos de barra o escáneres], y yo creo que esto va a seguir bien.
<strong>¿Cuál es el mix ideal que deberá tener Diode para superar la crisis?</strong>
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Los márgenes brutos en la parte de valor tiene de media un 14%, mientras en volumen tenemos un 6%. No es matemático, pero incidir más en valor refuerza el margen. En términos de producto, los márgenes más bajos los sufren los sobremesas, los portátiles y los monitores, mientras que las mayores ganancias está en el apartado de los accesorios.
<strong>A mediados de 2007, Diode se hizo con la parte de consumo de ADL, que suponía la venta de material informático a más de 80 tiendas de esa marca en todo el país, valorada en 50 millones de euros al año. ¿Cómo va la cosa? ¿Se está notando el parón del consumo?</strong>
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Ellos nos han aportado sobre todo ventas adicionales a grandes superficies, donde sí hemos crecido. Por otro lado, la red de pequeñas tiendas se está manteniendo con altibajos.
<strong>¿Está afectando a Diode la entrada en vigor del canon digital? ¿Ha notado la aparición del temido fraude o de importaciones paralelas para saltarse el pago del gravamen? <br />
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No nos ha dado tiempo a notar ninguna incidencia, aunque sí hemos tenido mucho trabajo administrativo y de sistemas que hacer para adaptarnos al canon. Todos los programas de gestión estaban afectados y todo el mundo dejó de hacer lo que tenía entre manos y se puso con ello. <br />
De todas formas, hay que tener mucho cuidado con este tema porque puede pasar como con los CD, que tienen un canon muy similar al coste del producto y, como resultado, el canal de venta oficial de este tipo de soportes ya no existe. ¿Quién sigue comprando CD vírgenes en El Corte Inglés? <br />