Era un disco que prometía porque emplea memoria de tipo SLC. Además, la utilización de esta clase de memoria explica porque contamos con sólo 16 Gbytes de capacidad, una cifra muy alejada del resto. El problema es que, tras realizar las pruebas, comprobamos como las cifras obtenidas han sido mediocres. La explicación está en las especificaciones: la unidad, fabricada por Mtron, utiliza una interfaz SATA 1.0. Esto supone que dispone de un ancho de banda teórico a nivel de bus de hasta 1,5 Gbps, que es saturado por las elevadas prestaciones de los chips SLC. El resultado es que, a pesar de contar con la tecnología más cara y supuestamente rápida, da unos resultados superiores a los de los discos magnéticos, pero inferiores a sus competidores con memoria de tipo MLC, pero SATA-II.
www.imation.es