Cada poco tiempo Intel saca nuevos procesadores. Sin embargo, muy de vez en cuando cambia de imagen corporativa. De hecho, en toda su historia sólo lo ha hecho tres veces. Ahora, coincidiendo con la salida al mercado de los Intel Core de undécima generación, el gigante del silicio ha cambiado de imagen. Y para ello sustituirá su icónico logo de la elipse, que data de 2006, por otro mucho más minimalista y despojado.
Eso sí, Intel mantiene el punto sobre la i. y el color azul, que ha sido marca de la casa desde el principio. Además, el nuevo logo también se podrá encontrar a partir de ahora en los equipos que incorporen los chips del fabricante con diferentes tonos de azul y combinación con otros colores. Además, Intel mantendrá el ya clásico logo sonoro de cinco notas que se añade a cada aparición multimedia de la compañía, aunque quiere darle un aire más actualizado a finales de año.
Karen Walder, director global de marketing de Intel, ha señalado que el rebranding llega en un momento de cambios en el modelo de negocio de la compañía, que hoy está más enfocada a los datos, el 5G o la inteligencia artificial. Walker señaló que el logo es una amalgama de la tradición, a la que la compañía no renuncia, y la novedad, y un ejemplo de simplicidad y modernidad.