Intel ha obtenido unos ingresos durante el segundo trimestre de 9.470 millones de dólares, así como 2.255 millones en ingresos de explotación y 1.601 millones en beneficios finales, un 25% más que hace un año. Estos resultados del segundo trimestre de 2008 se ven afectados por una reducción importante en ingresos provenientes de memorias flash NOR, junto a unos cargos por reestructuración y pérdida de valor de bienes de 96 millones de dólares.
En este sentido, desde Intel aseguran que hay un gran número de factores que podrían afectar los resultados reales y las variaciones de las expectativas actuales, ya que “la demanda podría ser diferente de las expectativas de Intel debido a cambios en la coyuntura económica y empresarial, incluyendo el estado del mercado de crédito que podría afectar a la confianza de los consumidores; la aceptación de los productos de Intel y de la competencia: los cambios en la fluctuación de los pedidos realizados por los clientes, incluyendo la cancelación de pedidos. En definitiva, sus resultados se pueden ver “afectados por el calendario del cierre de adquisiciones y desinversiones”. Pese a estos riesgos, el presidente y consejero delegado de Intel, Paul Otellini, destaca que la compañía entra en el segundo semestre del año con una “demanda sólida para nuestros microprocesadores y chipsets en todos los segmentos y regiones del mundo”.