Durante tres días Intel volvió a reunir en San Francisco a lo más granado de su canal y de la industria tecnológica con motivo del IDF 2009. En la ciudad californiana hubo conferencias, presentaciones y debates. Además, como siempre, el gigante del silicio aprovechó para desvelar lo que se cuece en sus laboratorios para los próximos años.
La compañía ha dejado claro que quiere llevar su arquitectura x86 a todos los segmentos de producto imaginables. Es decir, Intel quiere salir de su mundo natural, el del PC, que domina sobradamente, para dar el salto a otros mercados muy lucrativos, como el de la telefonía móvil o la televisión por Internet. Para dar batalla en el primero, el de la telefonía de tercera generación, donde domina Qualcomm, Intel tiene previsto lanzar la plataforma Medfield, mucho más reducida y de menor consumo que la actual Menlow, que hoy gobierna pequeños dispositivos para navegar por Internet, lo que en la compañía conocen como mobile Internet devices o MID. Eso será en el 2011 y le dará a Intel la oportunidad de hincar el diente al negocio de los smartphones, de donde hoy está ausente. El otro punto de interés de Intel, a juzgar por lo comentado en IDF 2009, es la televisión. La compañía que dirige Paul Otellini (en la foto) anunció en San Francisco mejoras en los Atom para el año que viene y desveló su intención de incrustar este procesador en todo tipo de dispositivos “tontos”, como los que hoy rodean a la televisión en el salón de casa. Intel, en última instancia, quiere dotar de inteligencia a aparatos, como los reproductores de DVD, que se han quedado muy limitados y tienen poca opción de interactuar con la imagen digital. En este sentido, la firma presentó el Atom CE4100, que está optimizado para su uso en decodificadores de IPTV. Intel quiere situarse en primera línea en un mundo donde van a primar las tres dimensiones y las aplicaciones gráficas y de vídeo avanzado para el televisor.
Por otra parte, la compañía ha revelado que el año que viene cambia la tecnología de fabricación actual (en 45 nanómetros) por la de 32 nanómetros (nm) y que en 2011 aparecerán chips producidos en 22 nm, aunque de forma experimental. Intel ha acelerado en los últimos tiempos su ritmo de innovación y, como recuerda Antonino Albarrán, director de tecnología de la filial ibérica del fabricante, ahora sólo tarda dos años en renovar la arquitectura y los procesos de fabricación, cuando antes podía llegar a un quinquenio.