Por Mayra Martínez
El número de programas de código malicioso nuevos se va a multiplicar por diez este año llegando a superar la cifra de 10 millones. Éstas son las previsiones de los expertos de Kaspersky Lab, quienes acaban de crear la última versión de las soluciones de protección antimalware de la firma para proteger al usuario doméstico de esta creciente amenaza.
Kaspersky Internet Security 2009 y Kaspersky Antivirus 2009 incorporan interesantes mejoras tecnológicas como un nuevo motor antivirus más potente, que realiza el análisis del sistema a una velocidad superior a la establecida en versiones anteriores.
Las soluciones también incorporan un módulo de filtrado de las actividades de las aplicaciones que utiliza la tecnología HIPS (Host-Based Intrusion Prevention System), además de un módulo de protección proactiva y un cortafuegos integrado. Todo ello permite, por un lado, crear una lista blanca de aplicaciones de confianza, mientras que aquellas desconocidas se someten a un análisis tras el cual se les asigna un determinado índice de peligrosidad. De acuerdo con este indicador, se limita su acceso a los recursos del sistema y datos confidenciales, lo que permite bloquear las nuevas variantes de programas nocivos incluso antes de que los analistas registren sus identikits en las bases de datos antivirus.
Más herramientas de protección
Otra de las novedades de la nueva versión 2009 de Kaspersky Lab son las herramientas de análisis de seguridad y configuración del navegador, capaces de encontrar vulnerabilidades en el sistema operativo y en las aplicaciones instaladas. Además, se ha ampliado y perfeccionado el conjunto de herramientas de protección de los datos confidenciales del usuario. Por ejemplo, los productos de la nueva versión 2009 restringen el acceso del usuario a los sitios de phishing conocidos y bloquean los programas espía destinados al robo de contraseñas y códigos de acceso. Como complemento, la suite de seguridad incorpora un teclado virtual, conexiones seguras (HTTPS y SSL) y elimina todas las huellas de las actividades del usuario en Internet (ficheros temporales, cookies, etc.).