“La gente no está dispuesta a invertir si su preocupación es la caída de las ventas”

Rodolfo Lomascolo, director general de ipsCA.

Publicado el 25 May 2009

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Mayra Martínez Avidad
Rodolfo Lomascolo encuentra que la crisis y la falta de liquidez están paralizando los proyectos de adaptación a la LOPD y la factura electrónica.

A pesar de que la LOPD lleva bastante tiempo vigente, todavía parece que hay muchas empresas que la incumplen ¿Cuál es su estimación sobre el porcentaje de pymes que cumple con la LOPD?
Ahora mismo no dispongo del dato exacto, pero acaba de salir el informe de la Agencia Española de Protección de Datos la semana pasada y el porcentaje sigue siendo bajo.

¿Más de la mitad o menos de la mitad?
Claramente menos de la mitad.

¿Hasta dónde pueden llegar las multas por incumplimiento?
Las multas cada vez son mayores. El problema está en que mucha gente sigue utilizando los datos personales de los clientes o socios para hacer campañas. Normalmente las multas grandes se las ponen a empresas grandes, pero el conjunto de las pymes siguen haciendo uso de los datos personales muchas veces desconociendo que no lo pueden hacer.

También desde el 1 de enero es obligatorio facturar electrónicamente en los trámites con la administración, ¿no es cierto que esto tampoco se realiza por la mayoría de las empresas?
Son dos temas que van en la misma línea, pero diferentes. La factura electrónica, es un tema que la política está empujando bastante desde los diferentes gobiernos en Europa, no sólo el español. Existe la obligatoriedad de facturar electrónicamente al Estado, lo que implica que la empresa debe tener un sistema para efectuar electrónicamente o utilizar un sistema que el propio Gobierno ponga a disposición de las empresas. No hay ninguna estadística fiable a día de hoy que diga el número de empresas que están facturando electrónicamente. Los datos que aporta el Gobierno y las empresas son demasiado dispares, aunque estimamos que la cifra no supera el 20%.

Entiendo la diferencia entre ambas, de hecho la pregunta iba más al hilo de ¿a qué se debe principalmente esta divergencia entre lo que se prescribe y lo que finalmente se hace? O, dicho de otro modo ¿de qué sirven normativas que no se cumplen?
Si estuviéramos en una situación normal, yo diría que el cumplimiento probablemente sería mayor. En una situación de crisis como ésta, que se lleva arrastrando ya desde el año pasado, veo normal que muchas empresas decidan no invertir, ni siquiera en soluciones como la de la factura electrónica, donde el retorno de la inversión es muy bueno y desde el primer día estas ahorrando. Tienes por un lado el tema de LOPD, que lleva muchos años dando vueltas y cuyo cumplimiento va subiendo cada año, pero sin cumplirse plenamente. Luego tienes el tema de la factura electrónica también obligatoria y, además, el tema de los otros trámites con la administración que el Gobierno también ha puesto como obligatorios en modo electrónico. No sólo las administraciones, también las grandes empresas que se dedican a servicios, fundamentalmente, agua, luz, teléfono, tienen que permitir las altas, bajas, quejas, etc. en modo electrónico. Lo que pasa es que la gente no está dispuesta a invertir cuando sus preocupaciones son más cómo mantener un presupuesto con unas ventas que han caído muchísimo. Yo creo que no es la mejor época para hacer este tipo de cambios. Ahora, lo que falta es liquidez. Muchos proyectos, tanto a nivel de Gobierno como a nivel de empresas que estaban dando vueltas el año pasado, se han parado. Nos dicen “prefiero esperar, si tengo una multa me aguantaré, pero prefiero no meterme en este lío ahora cuando mi problema es otro”.

¿Cual sería entonces la solución? ¿qué podría hacer el Gobierno? Y, si realmente no hay posibilidades para invertir ¿no serían quizá las multas algo injustas?
Eso es muy relativo. La Ley dice que lo tienes que cumplir independientemente de que estés en una situación de crisis. Fundamentalmente el Gobierno lo que tiene que hacer es lo que de hecho está intentando con las ayudas que ha sacado ahora para promover el uso de estas herramientas. Es decir, financiar de alguna manera estos proyectos, subvencionarlos. Tenemos clientes que están recurriendo a eso. Es un mecanismo que se está utilizando para promover la industria del automóvil o para que los autónomos obtengan liquidez y que podrían aplicarse también a este tipo de cosas. Especialmente para las empresas más pequeñas, que son las que verdaderamente tienen más dificultades en esta época.

¿Puede contribuir también el hecho de la falta de cultura empresarial en torno a la innovación, implantación de tecnología, especialmente en las pymes?
Si hablamos en términos generales, sí, aunque las empresas están acostumbradas a utilizar las herramientas electrónicas en muchos casos. Por ejemplo los servicios electrónicos para presentar declaraciones de impuestos y cuentas. Sí que es verdad que la cultura empresarial española sigue siendo no de innovar mucho, pero precisamente en el tema de la firma electrónica y la factura electrónica, las pymes están acostumbradas a hacerlo y en algunos casos obligadas. Por eso no es excusa, aunque es cierto que la falta de cultura contribuye.

Se ha hablado mucho de los ahorros que supone la factura electrónica cercanos al euro por factura recibida, ¿Existe más interés en la efactura ahora con la crisis?
Sí, se conocen los beneficios, pero si soy sincero, no es que hayan aumentado el número de proyectos de facturación electrónica, realmente han descendido igual que el resto. Sí que la gente sabe que puede ahorrar, pero como hay que invertir por delante para recuperarlo luego, no es un buen momento para hacer ningún tipo de inversión.

¿Y cuál es la relevancia medioambiental de aplicar la factura electrónica?
Eso también es importante. El ahorro de tinta, el ahorro de papel, el ahorro de impresión, de CO2 en el transporte. La factura electrónica tiene un efecto de responsabilidad medioambiental importante. El hecho de hacer cualquier gestión o trámite electrónico en lugar que por papel tiene ese efecto.

¿Nos podría ilustrar brevemente sobre las ventajas de la firma electrónica, algo en lo que ipsCA es experto?
Todo lo que hablábamos de la factura se puede aplicar a la firma electrónica. En España la mayoría de arquitectos, ingenieros, veterinarios, etc., utilizan la firma electrónica para todas sus gestiones de proyectos, recetas… las empresas de trabajo temporal en sus contratos. Procesos en los que se generaban dos o tres copias de documentos de diez, cien, mil páginas en papel, ahora son electrónicos ofreciendo un ahorro muy grande. Por ejemplo en contratos, se podría estar ahorrando una media de 20 euros por cada contrato. Estamos hablando de contratos de 20 o 30 páginas que se tenían que transportar al cliente para que los firmara, se nos devolvía, nosotros lo firmábamos, devolvíamos una copia, lo archivábamos, etc. Ahí el ahorro es incluso mayor que en el de la factura electrónica.

Acaban de presentar junto con Microsoft, la segunda edición del libro sobre protección de datos y seguridad ¿Qué es lo más destacable del libro?
El libro es una actualización de una versión que sacamos hace unos años que tuvo muchísimo éxito, miles de descargas, porque el libro es electrónico, sólo sacamos unas pocas copias en papel testimoniales. Mucha gente utilizó el libro como guía para adaptarse a LOPD, especialmente gente que tenía sistemas basados en Microsoft. El libro está pensado para que lo pueda leer un departamento de sistemas, alguien que se ocupa de las máquinas o de los servidores. Tienen todo el apartado legal explicado y detallado, donde se concreta qué quiere decir la Ley de la Protección de Datos en sus diferentes apartados y luego entra a explicar qué tiene que hacer, según el tipo de dato que almacena, para que eso quede protegido. Es un libro divulgativo, no comercial, la descarga es gratuita. La verdad es que, que Microsoft confiara en nosotros para hacer una segunda versión del libro nos llena de satisfacción.

¿Cómo valora los esfuerzos del Gobierno español y de instituciones comunitarias como la Comisión Europea sobre la reducción de las cargas administrativas de empresas y ciudadanos?
En España se han hecho muchos esfuerzos desde hace muchos años para disminuir la gestión administrativa de los trámites que hacemos con el Estado. Creo que estamos alrededor del medio millar probablemente, que es muchísimo. En España siempre se ha dado un impulso a eso; quedan cosas por hacer evidentemente, queda por ayudar o hacer más fácil que las empresas se adapten. Un elemento fundamental es el DNI electrónico. Creo que estamos ya en dos millones de DNI emitidos, que la gente utiliza muy poco cada día, pero que el Gobierno está haciendo esfuerzos para que se utilice. Es necesario, eso sí, un mayor esfuerzo entre los diferentes agentes que generan la documentación para que todo el proceso cierre en electrónico y no se necesite presentar ninguna copia en papel.

¿Cuales son las soluciones y propuestas que ofrece ipsCA para poner a punto a las empresas frente, tanto a la LOPD, como a la legislación en torno a la factura electrónica?
En lo referente a la LOPD, nosotros disponemos de herramientas que permiten proteger la información, proteger las comunicaciones, de manera que vayan encriptadas, que nadie las pueda escuchar o leer. Y luego, para la tramitación electrónica y la firma electrónica, disponemos de herramientas cliente, servidor, hardware, appliances, tarjetas, lectores, que permiten dotar de tecnología de firma electrónica a las gestiones, procesos y documentos. Llevamos quince años trabajando en esto, fuimos pioneros en España y seguimos siendo originales en el tipo de soluciones que tenemos, porque nos adaptamos tanto al mercado español como al mercado internacional y nuestra gama de soluciones es muy completa, porque tenemos desde herramientas muy sencillas a herramientas muy avanzadas de hardware que permiten firmar 260.000 documentos por hora.

¿Ahora que hablamos de crisis, están estas soluciones adaptadas a la capacidad financiera de las pymes?
Acabamos de hacer una encuesta entre nuestros clientes para saber si consideran que las herramientas son caras, son acordes al resultado que obtienen o no. Y curiosamente el 80% de nuestros clientes piensan que el precio es acorde al resultado que obtienen. Nuestra herramienta más barata cuesta 59 euros, que es una herramienta que cualquier autónomo puede utilizar para firmar facturas electrónicas. Digamos que si hace 60 facturas al año ya la ha amortizado. Estamos hablando de un coste mínimo. Luego las herramientas servidoras son evidentemente más caras, pero no extremadamente caras. Además, disponemos de un modelo en el que, en lugar de pagar por la licencia del software, puedes pagar por documento. Por ejemplo, si requieres de una solución muy avanzada porque tienes servidores, pero vas a firmar pocos documentos, damos la flexibilidad de permitir que la inversión no implique el pago de la licencia sino sólo los documentos.

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