El impacto de la crisis económica en la inversión en I+D+i es patente. Tras el retroceso de 2009 -el primero registrado en 15 años-, la inversión en I+D experimentó en 2010 una nueva caída, del 8,3% en tasa anual, hasta situarse en 16.171 millones, es decir, el nivel más bajo desde 2005. Así lo revelan los datos procedentes de la “Encuesta sobre Innovación en las Empresas 2010”, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) a partir de muestra formada por más de 42.000 empresas de 10 o más empleados y presentada ayer en la sede de Cotec. En España existían en 2009 un total de 30.014 desarrollando actividades de I+D -1.568 con más de 250 trabajadores y 28.446 pymes-, mientras que en 2010 esa cifra se había reducido hasta las 24.645, con un recorte de nada más y nada menos que el 20%. O lo que es lo mismo: 5.369 compañías han echado el freno a sus actividades en I+D+i. Cabe destacar, teniendo la importancia de la mediana y pequeña empresa el tejido empresarial español, que mientras que el número de grandes empresas que desarrollan actividades de I+D no ha descendido, sino que ha aumentado hasta las 1.585; la debacle se ha llevado por dentro la actividad en I+D de 5.386 pymes. Como destaca el subdirector general de Estadísticas de Empresas del INE, Fernando Cortina, “una de cada cuatro empresas de 24 a 49 empleados ha prescindido de la innovación, un porcentaje que se sitúa en el 25% en el caso de las microempresas con entre 10 y 24 empleados”.
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