IpsCA, fabricante especializado en soluciones de firma y facturación electrónica, destaca que la facturación electrónica ayuda a las empresas a reducir gastos, una ventaja que cobra mayor importancia en época de crisis y con una coyuntura económica desfavorable. Para demostrarlo la Asociación Española de Codificación Comercial (AECOC) presenta un informe que cifra el ahorro por factura electrónica recibida en 0,70 euros, mientras que la empresa emisora evita gastar 1,85 euros gracias al formato digital.
Por ello, el director general de ipsCA, Rodolfo Lomascolo, destaca que estas cifras de ahorro no sólo benefician a las grandes empresas, ya que “hay muchas pymes que no manejan mucho volumen de dinero, pero sí mucho volumen de facturación porque, por ejemplo, tienen que emitir una factura por cada uno de los componentes que venden”. “Al implantar la facturación electrónica se evitarían gran parte de estos gastos”, añade. En este sentido, afirma que las soluciones de ipsCA en este campo (ipsCA U-Sign Portafirmas, ipsCA U-Sign Server e ipsCA U-Sign Appliance (Mini y Enterprise), ya las están utilizando pymes porque son “plenamente compatibles con los estándares vigentes y se adaptan a diferentes volúmenes de documentos”.
A la eliminación del papel, el sello y demás logística, hay que añadir otras partidas destinadas a recursos humanos, almacenamiento y archivo de las facturas, así como el adelanto del pago, gracias a la inmediatez que propicia dicho formato. Por todo ello, en el caso de una empresa que emita unas 60.000 facturas al año (es un volumen medio), el ahorro puede ascender a unos 110.000 euros (60.000 facturas por 1,85 euros de ahorro en cada una), lo que significa 9.250 euros cada mes.
Estas estimaciones de ahorro son aún mayores según los cálculos de la Administración central, que cifra el ahorro anual de la factura electrónica en unos 15.000 millones de euros (el 1,5% del PIB español), al calcular un ahorro de 3,40 euros por factura electrónica y un volumen anual en España de 4.500 millones de facturas.
A esto hay que añadir motivaciones medio ambientales, ya que con la factura electrónica se pretende eliminar el consumo de hasta 9.000 millones de hojas de papel al año, con lo que se contribuye a frenar la deforestación global.