A pesar de los problemas que ha tenido Escuela 2.0 en su arranque, desde el Ministerio de Educación confirman que antes del 1 de mayo todos los alumnos de 5º de Primaria del país, unos 400.000, tendrán un portátil para aprender. Así de contundente se manifestaba ayer Eva Almunia, secretaria de Estado de Educación y Formación Profesional, durante la firma de un acuerdo de colaboración con Microsoft.
No obstante, Almunia era incapaz, en esa misma comparecencia ante los medios, de precisar cuántos alumnos disfrutan ya de los equipos. Es probable que nadie sepa esa cifra a estas alturas. Y es que Escuela 2.0 ha estado plagado de problemas y malentendidos desde que fue anunciado por Zapatero en el último debate sobre el estado de la nación, allá por mayo. Ha habido algún concurso en el que las condiciones impuestas por la comunidad autónoma de turno han sido inasumibles para la industria, quedando, en consecuencia, desierto. Algunos se han quejado también de lo farragoso que es que cada comunidad autónoma convoque los concursos, dando lugar a una casuística infinita y a una falta de criterios generales en las convocatorias. Sin embargo, hay que decir que es un peaje obligado, toda vez que las competencias en materia de educación hace tiempo que están transferidas a las 17 comunidades autónomas del territorio español (Educación sólo tiene poder de decisión en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla). Tampoco ha contentado Escuela 2.0 al canal de distribución informático, a pesar de que la oportunidad de negocio potencial es apreciable. A principios de octubre, la Asociación de Distribuidores y Detallistas Españoles de Tecnología de la Información (ADDETI) se quejaba amargamente del hecho de que la red comercial de informática estuviera siendo ignorada en los concursos. A través de un comunicado, la patronal se expresaba así: “Pensábamos que el Gobierno iba a regular la forma en que se entregasen los portátiles prometidos, de forma equitativa en el sector informático, rigiendo en el mismo los criterios de igualdad de oportunidades para todos”. Además, ADDETI denunciaba que en todo el proceso entren en juego las entidades bancarias, que se han convertido en los verdaderos mediadores. “Queremos precisar el malestar del canal de distribución informático que se ha quedado fuera de esta gran parte del mercado”, concluía el escrito de la patronal. Precisamente, hace unas semanas, algunos distribuidores de esa zona mostraban malestar por el hecho de que Toshiba acuda a los concursos de entidades financieras como PromoCaixa, y no de sus socios comerciales de siempre. La compañía, por boca de su director de marketing, Pablo Romero, se defendía asegurando que en todo momento ha atendido los “requisitos” de la administración.
Juan Cabrera
Juan Cabrera tiene más de 20 años de especialización en el sector tecnológico y sobre todo en el canal de distribución. También ha colaborado con otros medios y promociona siempre que puede la buena literatura, la música y la vida saludable.