La crisis económica, el aumento consiguiente del paro y las prevenciones que genera todo ello están haciendo que la tasa de ahorro de los españoles se haya puesto por las nubes. Si en los últimos años los hábitos financieros de los hogares contribuyeron a endeudarlos en exceso, como consecuencia sobre todo el boom inmobiliario, ahora los ciudadanos empiezan a curarse en salud y prefieren guardar a gastar, lo que explica, en parte, la parálisis del consumo.
Según datos del INE publicados esta mañana, la tasa de ahorro de los hogares e instituciones sin fines de lucro al servicio de los hogares (ISFLSH) alcanzó entre abril y junio el 24,3% de su renta disponible, 10,8 puntos más que en el mismo periodo del año anterior. En cifra bruta, la renta disponible alcanzó en el segundo trimestre del año 190.226 millones, un 4,3% más.
Desglosando esta renta disponible, el ahorro subió un 87,5%, hasta alcanzar los 46.351 millones de euros, nada menos que 21.631 millones más que en el segundo trimestre de 2008. La otra cara de la moneda fue para el consumo, que bajó un 8,6%. En estos momentos, la tasa de ahorro de los hogares e ISFLSH está en el 17,5%, lo que supone un ascenso importante frente a lo que ha venido siendo habitual desde 2005 a 2008, cuando rondaba el 11%.
Por otra parte, el INE informa de que la economía española, que se ha endeudado fuertemente en la última década, ha reducido su necesidad de financiación frente al resto del mundo en el último año. En concreto, en el segundo trimestre del año las necesidades de financiación alcanzan los 10.424 millones de euros, 14.089 millones menos que en el mismo intervalo de 2008. Esta cifra representa un 3,9% del PIB, casi 5 puntos menos que hace un año.