Mayra Martínez Avidad ¿A quién le corresponde tomar las decisiones que atañen a Internet? ¿Qué decisiones deben ser tomadas y qué otras deben dejarse a la simple inercia? ¿De dónde proviene la legitimidad para tomar esas decisiones? O lo que es lo mismo, ¿Dónde se encuentra la soberanía de ese ‘Gobierno’ cuando somos todos a la vez contribuyentes y usuarios? Estos son algunos de los interrogantes sobre la Gobernanza de Internet, una cuestión que continúan suscitando acaloradas discusiones en el ámbito académico y movimientos estratégicos en el ámbito privado.
Existen aspectos en el ámbito de Internet que necesitan de políticas concretas. Es necesario definir, por ejemplo, la gestión de los servidores raíz, los nombres de dominio, las direcciones IP de Internet, la propiedad intelectual, etc., decisiones de las que nadie quiere quedar al margen. De hecho, hacerse con el control de los recursos críticos de la Red supone alcanzar una influencia decisiva sobre otros aspectos económicos y políticos de los que nadie quiere quedar al margen. A medida que Internet va impregnando más aspectos de la vida económica, social y política, queda patente que un papel relevante en la definición de las reglas que dirigen su rumbo, supone ser protagonista de las reglas que dirigen el mundo actual. Y la lucha por ese poder ha dado comienzo.
La legitimidad del organismo hasta ahora competente para la formulación de procedimientos en torno a la Red, ICANN (Internet Corporation for Assigned Names and Numbers), en California, está siendo crecientemente cuestionada desde otros núcleos de poder que no están dispuestos a dejar que sea otra vez Estados Unidos quien tome la ventaja competitiva a un asunto de tanta trascendencia. El hecho de que este organismo haya venido actuando bajo las directrices del Departamento de Comercio estadounidense, ha empezado a remover a Europa. El 18 de junio la Comisión Europea publicó una comunicación sobre la Gobernanza de Internet, en la que pide que ICANN quede bajo supervisión internacional. “La gobernanza de Internet debería reflejar el papel calve de la red mundial ha llegado a jugar a otros países”, declaró la comisaria europea de Telecomunicaciones, Viviane Reding.
Momento decisivo
Cualquier movimiento puede resultar clave en este momento crítico. El acuerdo entre ICANN y el Departamento de Comercio Estadounidense vence el próximo 30 de septiembre de 2009, tras lo cual habrá que redefinir de nuevo el contexto. La toma de posiciones para no perder representatividad lleva gestándose desde hace varios meses. En varios países se han formado diferentes Forums con expertos, representantes del sector privado, la comunidad científica y usuarios de Internet. En España, el Foro de la Gobernanza de Internet (IFG) daba a luz en diciembre de 2008 en Madrid. La decisión final sobre la continuidad de los distintos IGF será tomada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2010.
No obstante, nada va a resultar sencillo en este juego de poder. Las controversias siguen siendo profundas. Un ejemplo típico de las complejidades que rodean las decisiones que atañen a Internet lo representa China, sin duda uno de los países más potentes en servicios de Internet y en número de usuarios (albergará el 33% de los internautas en el mundo). Estas características le deberían posicionar como uno de los decisores más importantes, pero ¿cómo dejar el poder de decisión a un Gobierno que permanentemente censura el uso de aplicaciones que atentan contra la libertad de expresión de los usuarios?
La Fundación Telefónica, en un esfuerzo por descifrar todas estas complejidades, ha dedicado el número 80 de la revista Telos, a “Tendencias de Internet: gobernanza y recursos críticos”. Se trata de un volumen compuesto por artículos de académicos destacados en la materia, que analizan los principios, normas, reglas, procedimientos de adopción de decisiones y programas comunes basado en la cooperación internacional que configuran la evolución y utilización de Internet.