El hecho de que se trate de un evento virtual y no presencial no ha supuesto una traba para la compañía, sino todo lo contrario, como expresa María José Talavera, responsable de la subsidiaria, quien transmite el objetivo de la corporación de conservar el espíritu y energía del VMWorld. A tenor del éxito de la convocatoria (120.000 inscritos a nivel mundial, y 2.700 en España), el evento cuenta con actividades complementarias como clases de yoga e incluso un concierto del polifacético John Legend, con el fin de no perder un ápice de la frescura y dinamismo que lo caracterizan
Para Talavera, el evento ha tenido entre sus principales focos la modernización de las aplicaciones. “El pasado año anunciamos el proyecto Tanzu para el desarrollo de nuevas aplicaciones y modernización de las existentes. Más del 80% de los ejecutivos saben que las aplicaciones mueven el mundo, provocan una buena experiencia de cliente y se vinculan al incremento de ingresos de las compañías”. Sin embargo, apostilla, “el 50% de las compañías no son buenas innovando en aplicaciones”. En este punto, el time to market se convierte en un aspecto crítico, y por ello el proyecto Tanzu va encaminado en esa dirección, de agilizar la puesta en producción de las aplicaciones.
Otro aspecto que destaca la directiva es la versión 7 de vSphere que “ya maneja más del 80% de las cargas del entorno x86 de todo el mundo, ahora como máquinas virtuales y contenedores”.
En la línea de Pat Gelsinger, Talavera enfatiza el poder multicloud, “que no consiste en tener cargas en diferentes nubes públicas y en on premise, sino de moverlas de un lugar a otro en función de costes o regulación, con la seguridad garantizada”.
Amén de los grandes aliados globales de VMware como AWS, Microsoft, IBM, Oracle, Google y Alibaba, en España cuenta con fuertes socios con Telefónica, 1&1, Mediacloud, HPE o Fujitsu. Networking es también otra área preferencial, concretamente a través de NSX, un red de cloud virtual que permite virtualizar la red desde el centro de datos al endpoint.
Con respecto a la pandemia, la directiva está persuadida de que “no vamos a volver a un mundo normal hasta que no haya una vacuna, que se espera para finales del año próximo”. Los empleados siguen teletrabajando y no esperan abrir las oficinas de Madrid hasta dentro de un año. Las oficinas de Barcelona y Sevilla permanecen cerradas.
Desde su punto de vista, la pandemia ha puesto en manifiesto carencias del sistema productivo español en relación con el teletrabajo, y en general las empresas no se están portando bien en este cambio cultural. “Otras compañías sí se han mentalizado como fue el caso de Cepsa, a quienes ayudamos a poner en marcha un sistema de trabajo en remoto con todas las garantías”.