Panda Security anuncia la puesta en marcha de una nueva estrategia de negocio que implica la sustitución de Juan Santana por José Sancho como consejero delegado de la compañía. Panda afrontará una etapa en la que modificará su modelo de productos y servicios y llevará a cabo un plan de reducción de costes.
José Sancho será el responsable ejecutivo del Grupo, el cual tiene presencia directa en 61 países, manteniéndose el resto de puestos del Consejo de Administración. El directivo es Ingeniero de Telecomunicaciones, comenzó su carrera profesional en Alcatel en 1970 y desde entonces ha estado vinculado al sector del software.
El cometido de José Sancho será reorganizar las unidades de negocio y de producción para potenciar las soluciones en la nube, desarrollar nuevos servicios y productos, y entrar en nuevos mercados. Pero junto a ello, Panda acometerá un plan de reducción de costes que conlleva la presentación de un Expediente de Regulación de Empleo destinado a la baja laboral de 128 personas, más de un cuarto de la plantilla que la firma tiene en España.
Hace unos años Panda Software dio un giro y se transformó en Panda Security. Más allá del cambio de denominación, el volantazo estratégico era claro. La compañía, creada por Mikel Urizarbarrena en Bilbao a principios de los noventa, se dio a conocer por sus antivirus para el PC doméstico. Con el paso de los años se convirtió en una marca clave del negocio de la seguridad informática, tratando de tú a tú a gigantes como Symantec (Norton). Sin embargo, en 2007, Urizarbarrena dejó la compañía en manos de fondos de inversión que ficharon a Jorge Dinarés como responsable de la compañía y se marcaron como objetivo abordar la gran cuenta con soluciones más complejas. Además, Dinarés también tenía en el horizonte la salida a Bolsa de la firma en un plazo de tres años. Pero las cosas no fueron bien y Dinarés dejó la compañía, siendo sustituido por Juan Santana, que ahora deja el barco. Hoy Panda Security ha perdido su protagonismo en el mercado de consumo, en beneficio de la rusa Kaspersky, que es la que disputa el mercado a Symantec. Además, con tanto trasiego de directivos (la firma también fichó para llevar el negocio en España a Jorge Gil, que venía de Microsoft, y le despidió poco después), ha sido incapaz de asentar su negocio de gran cuenta, donde mantiene una propuesta cloud interesante. Los últimos episodios de esta historia, la salida de Santana y el ERE de más de 120 personas, añaden más incertidumbre a una compañía que, desde la salida de su fundador, está buscando su sitio.
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