Como se recuerda desde la Asociación de Enseñantes de Informática de Cataluña (AEIC) existe una corriente que señala directamente a la Revolución Industrial como el acontecimiento que generalizó la escolarización al tener que abandonar los padres el hogar para ir a la fábrica a trabajar. Aunque esta afirmación no pueda sostenerse al 100%, lo cierto es que estos más de 400 maestros y profesores catalanes asociados con el fin de unir tecnología y pedagogía hablan de otra revolución de consecuencias imprevisibles para la sociedad en general y la escolaridad en particular: la de la Información. Y es que la progresiva entrada de las TI en las aulas traerá enormes beneficios pero muchos piensan que antes ha de producirse un cambio en el sistema y en la tradicional estructura educativa basada en la comunicación unidireccional (profesor-alumno). Una transformación que, efectivamente, puede ser revolucionaria precisamente en un momento en el que el modelo educativo y sus resultados están provocando que gobiernos e instituciones se preocupen y planteen una nueva forma de hacer las cosas.
La clave no va a estar en el despliegue por doquier de sobremesas, portátiles, redes inalámbricas y demás infraestructura básica, pero las TI encajan perfectamente en un nuevo enfoque donde la interactividad y el estímulo que conlleva una mayor participación, además de la necesidad de que las nuevas generaciones aprendan a manejar la informática como algo más que una mera herramienta de trabajo son el reto. Un nuevo entorno en el que, además, se da la curiosa circunstancia de que, quizá por primera vez, los alumnos se encuentren en una situación de dominio (de dichas herramientas) frente al profesorado.
Según la propia IDC, el sector de la educación en España es uno de los que más crecimiento (en gasto tecnológico) ha experimentado en el último año y mayor aceleramiento va a vivir en los próximos, tan solo por detrás del consumo y el SOHO, como consecuencia de la fuerte inversión en dotar a las universidades y colegios de ordenadores al servicio de maestros y alumnos. No hay más ver qué lugar ocupa este nicho en las estrategias de negocio de las diferentes compañías de TI para entender que, hoy por hoy, es una rica fuente de ingresos. Como recuerda el analista de IDC, Rafael Achaerandio, “la descentralización asociada a la transferencia de competencias a las autonomías en materia de educación está favoreciendo este desarrollo. Además, diversas iniciativas europeas de e-learning, la búsqueda de la eficiencia operativa en algunos centros privados o impulsos gubernamentales en la mejora de la cultura tecnológica de los futuros profesionales del país están estimulando este mercado”. De hecho, la consultora señala que el gasto en TI por parte del sector de la educación en España rondó el año pasado los 275 millones de euros, que se repartieron de la siguiente forma: 164,47 en hardware, 79,29 en servicios y 31,18 en software. IDC estima que el desembolso en TI en este ámbito aumentará del orden del 10,4% de media anual hasta el 2008 para situarse en los 524 millones de dólares, siendo el segmento de los servicios el que presentará un mayor empuje (del 11%).
No es sencillo encontrar datos actualizados sobre la presencia de informática en las aulas españolas, aunque cada vez son más los programas que se anuncian. Internet en la escuela es el proyecto público por excelencia por el que Red.es, entidad pública adscrita al Ministerio de Industria, Turismo y Comercio a través de la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información, ofrece a las comunidades autónomas financiación conjunta para fomentar el uso de las TI en el terreno de la enseñanza. La iniciativa, que dio comienzo en 2002 y concluye este año, contaba con una inversión estimada de 272 millones de euros y estaba dirigida a 17.500 centros, 420.000 profesores y 5,4 millones de alumnos de primaria, secundaria, bachillerato, formación profesional y de centros a distancia. El objetivo era impulsar las conexiones a Internet de banda ancha, la instalación de redes de área local en todos los centros, la compra de más 150.000 nuevos equipos con el fin de disponer de un ordenador conectado por cada 12 alumnos, la disposición de aplicaciones de software y contenidos educativos y la formación y concienciación. En 2004 sólo Andalucía, La Rioja y Canarias habían ejecutado el presupuesto al 100%.
El pasado año, la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) presentaba un informe en el que se calificaba de muy deficiente el nivel de utilización de los ordenadores en los centros de secundaria de los principales países europeos desarrollados, entre ellos España. Los datos presentados, eso sí, correspondían a una encuesta realizada en 2001, según la cual España se situaba en la cola de los 14 mercados analizados junto a Irlanda y Hungría. Por aquel entonces el número de estudiantes por ordenador ascendía a 15,5, lo que nos sitúa por encima de la media. Además, el informe de la OCDE señala que en 2001 el 38% de los docentes utilizaban aplicaciones estándar, por debajo del 47% europeo. En España se disponía en aquel año de 54 web temáticas con desarrollo de contenidos para cada nivel educativo y asignaturas elaboradas entre el MECD (Ministerio de Educación, Cultura y Deporte) y las comunidades autónomas. Un año después nacía “Internet en la escuela” y la mejora ha sido significativa. Según el informe de Métrica de la Sociedad de la Información 2004, elaborado por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, las escuelas españolas tenían el año pasado 7,3 PC conectados por cada 100 alumnos, frente a los 6,3 de media en Europa. Además, la calidad del acceso a Internet es mucho más alta, ya que existe una mayor proporción de enlaces de banda ancha (45% frente al 29 de Alemania o el 14 de Italia). Sin embargo, la asignatura pendiente en nuestro país sigue siendo el uso que se da al equipamiento adquirido. Por poner un ejemplo, en 2004 sólo el 37% de las escuelas disponían de intranet, cifra muy inferior al 53% que manda en el resto del continente; asimismo, mientras en la UE se dedican 0,7 horas por semana de conexión a Internet, en España el tiempo es de 0,4 horas.
No es necesario esperar a que tanto centros públicos como privados cuenten con una correcta infraestructura básica (hardware, software y conectividad) para pararse a pensar en cuáles van a ser sus verdaderas utilidades y, sobre todo, si el sistema educativo actual ha de permitir que la informática en el aula tenga algún sentido. Esta ha sido una de las preguntas que CHANNEL PARTER ha lanzado a algunos de los principales agentes implicados e interesados en que el binomio educación/tecnologías de la información funcione. Sin duda, el reto del sector y de las instituciones está en la correcta alineación de informática y pedagogía. Pascual Martínez es el director de desarrollo de negocio de Lenovo, compañía que ha heredado los planes presentados recientemente por la ex división de PC de IBM en el ámbito universitario de la mano de Intel y Ya.com, y coincide plenamente en apunta a la obligatoriedad de un cambio. En un momento en el que el debate sobre la calidad de la enseñanza en España está más encendido que nunca, parece que las TI pueden ayudar y mucho como herramientas de productividad e interactividad en la siempre complicada relación profesor/alumno. Por ello, Martínez reconoce el interés de todos los actores. “Hace tres años que el sector empezó a moverse y los resultados se van a ir viendo muy poco a poco. No es cuestión de comprar sólo PC, sino de cómo utilizarlos y eso es lo que más está costando”, señalaba.
Microsoft es otra de las compañías que más ganas le está poniendo a esta vertiente del negocio, participando en numerosos proyectos y subvenciones. Sembrar para luego recoger que dirían algunos. Juan Luis Escudero, director de Educación en Microsoft tilda de exitosas iniciativas gubernamentales como la de “Internet en la escuela” en cuanto a despliegue y nivel de conectividad alcanzado y, sin embargo, vuelve a incidir el uso de las infraestructuras, así como en la precaria formación del profesorado como puntos que aún siguen siendo débiles. “Quizás los centros cuenten con una infraestructura básica de TI, pero es necesario seguir trabajando para aumentar el ratio de PC por estudiante, al tiempo que se mejora el uso de los sistemas ya existentes. Las principales carencias residen en el despliegue de aplicaciones y contenidos en formato electrónico que ayuden a sacar el máximo partido de esos ordenadores. Esos equipos son, en muchos casos y con algunas excepciones, meros kioscos de acceso a Internet, situación que debería cambiar en el corto plazo”, matiza.
Nunca es suficiente y la implantación de tecnología en el ámbito de la enseñanza en España, pese a tener una buena base y muchas nobles intenciones, aún tiene mucho camino por recorrer. Carlos Santamaría, director de marketing de Sector Público de HP, analiza el montante de la inversión acometida desde dos puntos de vista: cuantitativo y cualitativo. Respecto al primer aspecto, el responsable recuerda que en 2001 España gastaba apenas 5.000 dólares por estudiante cuando la media europea estaba situada en 10.000. “En estos momentos, estamos tratando de recuperar terreno pero no avanzamos con suficiente aceleración relativa. Irlanda del Norte invirtió 170 millones de euros para 1.300 centros en el 2002”, apunta. En el aspecto cualitativo, Santamaría echa en falta una aproximación global que contemple todos los componentes del sistema educativo y que en el área de infraestructura contrate niveles de servicios versus elementos (PC, ADSL, etc.). “Hemos mejorado en cantidad de elementos pero dudo que lo hayamos hecho en calidad del sistema educativo”, sentencia. Así, aunque algunas comunidades han hecho un buen trabajo para disponer de un nivel básico de equipamiento, no se han cuidado de tejer un modelo de gestión que garantice la disponibilidad, tiempo de respuesta, transparencia y riqueza de la plataforma educativa. Como pone de manifiesto Alex Mitjá, responsable de marketing de D-Link, son dos cuestiones las que deben afrontarse con carácter de urgencia: planes de estudio que se adapten a las nuevas tecnologías, de forma que todas las asignaturas puedan apoyarse en las nuevas herramientas y soportes que proporcionan las TIC, y, dado que una vez instalados no se puede tener los equipamientos infrautilizados, es conveniente que los profesores se adapten a la nueva situación con formación. Sin duda, uno de los principales escollos para que el sector educativo se lance de lleno a la adopción de TI es la falta de alineación entre pedagogía y tecnología. Las propias instituciones, públicas y privadas, son conscientes del fenómeno y son ellas, según Pascual Martínez, de Lenovo, quienes pueden generar el cambio. Algunos agentes exigen una alteración social y política para transformar un modelo educativo en el que el alumno estudia principalmente para aprobar en otro donde trabaje para aprender. En opinión de Escudero, de Microsoft, la estructura actual está en plena evolución y la formación teórica unidireccional va a dar paso a un modelo basado en una mayor experimentación, “con una orientación más socrática, en el que el profesor se convierte en algo así como un asesor de sus alumnos”. Otros, como Pascual Martínez, de Lenovo, consideran un error haber apostado en su momento por el concepto de “aula de informática”, el cual ha perjudicado, bajo su punto de vista, más que ha beneficiado al acercamiento de la tecnología al estudiante: “Se ha visto como un microscopio, que debe estar en el laboratorio, o un potro en un gimnasio, cuando ha de ser una herramienta de trabajo diario, como un cuaderno. La utilización de un vídeoproyector o el acceso a Internet te ayudan a tener una visión distinta del mundo, pero no son sinónimo de aprobado. El equipo, que sigue viéndose como un elemento de consumo, por sí solo no vale; hay que dotarle de contenido”. Además, el responsable de Lenovo sostiene que su utilización en el aula no está bien definida, sobre todo en los colegios, y que los profesores tienen que ser los primeros en engancharse a la tecnología”. Es necesario un reciclaje”, explica Martínez, quien también pide más recursos en los centros y menos alumnos por aula dentro de este nuevo modelo. En este sentido, cabe señalar que actualmente la instrucción de los futuros profesores consta de materias donde se integra el uso de las tecnologías. Pero, ¿qué hacer con el profesorado más tradicional? Según el Eurobarómetro de 2002, el 65% contaba con conocimientos de informática, situándose por encima de la media europea, que era de un 56%, siendo España el quinto país mejor formado.
Toshiba es socio proveedor de 60 universidades en España y el fabricante de hardware que más pronto comenzó a hacer ruido en el sector de la educación, publicitando sobre todo las operaciones en el ámbito universitario. Pablo Romero, director de marketing de la compañía, señala que, además, hoy en día la dotación de infraestructura informática es un aspecto competitivo no sólo entre centros privados, sino incluso entre universidades públicas. “Hay muchas ganas de invertir en los equipos gestores. Además, dada la preocupación actual por la calidad de la enseñanza, las TIC son un perfecto apoyo, y proporcionan una mayor calidad de vida para profesores y alumnos”, afirmaba. No obstante, el responsable de Toshiba reconocía que donde aún se debe mejorar la oferta tecnológica es en materia de software, teniendo que crear el propio cliente muchas veces sus desarrollos personalizados. Como explica Juan Luis Escudero, de Microsoft, las demandas más acusadas hoy en día son las de infraestructuras, formación al profesorado, recursos y contenidos digitales y las aplicaciones que gestionan la labor educativa, por este orden de importancia. Por esta razón, las oportunidades de negocio, siguen estando en la conectividad, los PC y los servidores, aunque empiezan a despuntar algunos servicios como los servidores de correo o los portales educativos. Microsoft dice contar con 380 partners especializados en la atención a este nicho de mercado, mientras que Pascual Martínez, de Lenovo, calcula en no más de 30 los ISV especializados en aplicaciones educativas: “Hay mucha gente metida en este negocio, pero sobre todo para la venta de hardware”. Comunicación inalámbrica, seguridad y software libre son las principales oportunidades de negocio en opinión de D-Link, aunque Carlos Santamaría se queja de que, “lamentablemente”, las mayores inversiones se están haciendo sólo en PC para primaria, “ya que es lo que tiene mayor impacto en los titulares”. Otro punto a tener en cuenta es que se trata de un segmento muy marcado por la estacionalidad, lo que significa, según Mitjá, de D-Link, que todos los planes de inversión se deciden durante la primera parte del año, aprovechándose el periodo estival para realizar las instalaciones y dejarlo todo preparado para el nuevo curso. Durante el cuatro trimestre se preparan los presupuestos para el ejercicio siguiente. En este punto es cuando Pascual Martínez, de Lenovo, señala que éste es un sector muy similar al de consumo, señalando que gran parte de las ventas así computadas corresponden a educación.
Sin duda, es el sector público el que está liderando los mayores proyectos. HP asegura mantener relaciones y acuerdos con prácticamente todos los centros educativos del país. Modalidades de contratos que varían en función de sus necesidades y abarcan desde becas o donación de equipos hasta acuerdos de colaboración con su centro de I+D de Sant Cugat (Barcelona). Microsoft no posee acuerdos individuales de colaboración con los centros escolares, sino con las Consejerías de Educación de cada comunidad (casi con el 100%) y alguna entidad privada. Lenovo mantiene acuerdos con 17 universidades por el momento, mientras que D-Link afirma haberse encargado de la infraestructura de red de centenares de colegios de primaria y secundaria. Es aquí donde, según Mitjá, se están llevando a cabo los mayores proyectos impulsados por el Gobierno y las comunidades autónomas. Aunque el universitario pueda ser el más dado a conocer por los fabricantes de hardware (por ser el ejemplo más plástico al tratarse generalmente de oferta de equipos para estudiantes), lo cierto es que la inversión está en todas partes, sobre todo en centros públicos y concertados. La educación privada está poniendo el acento sobre todo en la dotación informática del profesorado. “Ninguno de los dos modelos es el adecuado. Red.es es un plan muy bueno pero es necesario un cambio en los planes de estudio. El modelo educativo anglosajón se adapta más al uso de las tecnologías. Aquí se demandan portátiles como si fueran patatas o un producto de consumo”, insiste Martínez, de Lenovo.
Aunque todas las comunidades están haciendo sus esfuerzos por modernizar sus aulas públicas, algunas destacan más que otras. La Junta de Castilla y León está a punto de lanzar un programa para universidades, mientras que el Gobierno de Aragón ha anunciado una inversión de 22 millones de euros con el fin de extender la escuela digital. Así, más de 1.000 alumnos de unas 80 localidades dispondrán el próximo curso de pizarras digitales e un proyecto que en 2008 pretende llegar a todos los centros de primaria de la comunidad (cursos quinto y sexto). Como ha expuesto la consejera de Educación, Cultura y deporte, Eva Almunia, ha señala que la intención del Gobierno es informatizar las aulas, “no incorporar la informática a las mismas”. Toshiba va a ser el proveedor de los terminales Tablet PC (1.100 unidades), tal y como ha confirmado Pablo Romero, director de marketing de la firma.
En mayo de 2003, Microsoft firmó un acuerdo con Red.es por el que se comprometía a donar software por un valor cercano a los 25 millones de euros a centros escolares pilotos de distintas comunidades autónomas cuyo PIB no alcanzase el 75% de la media de la UE. Gracias a este presupuesto, las escuelas de pueblos como Ariño-Alloza (Teruel), Asteasu (Guipúzcoa) y Arén (Huesca) disponen hoy de las denominadas Aulas Autosuficientes (la principal diferencia con el método tradicional de informática en las aulas es la ausencia de dicha asignatura como tal). Estas localidades fueron las primeras en recibir las donaciones de servidores y Tablet PC, dispositivos inalámbricos con conexión permanente a Internet y que hacen la función de ordenador y de cuaderno al mismo tiempo. En concreto, Microsoft y el Gobierno de Aragón pusieron en marcha la Escuela del Futuro, que preveía la dotación a alumnos de primaria con 10 de estas pizarras digitales y un vídeo proyector por aula, así como el desarrollo de una intranet educativa.
Recientemente, D-Link ha comenzado a colaborar con Red.es aportando sus soluciones de red inalámbrica dentro del proyecto de suministro de ordenadores personales para el programa Internet en el aula. El fin no era otro que proporcionar conectividad inalámbrica en las escuelas de primaria y secundaria de la Comunidad de Andalucía. Como explica Alex Mitjá, con esta operación se pretende dar un alcance de cobertura inalámbrica de los edificios escolares y en el interior de las aulas, tanto para los alumnos como para los profesores. Cada clase dispone de una media de 15 PC dotados de conectividad wireless mediante tarjetería PCI (D-Link AirPlus XtremeG DWL-G520) y con un despliegue de alrededor de un punto de acceso por aula (D-Link AirPlus XtremeG DWL-2100AP), siempre dependiendo de la infraestructura del colegio, y con la adhesión de antenas de mayor ganancia en los casos en los que se requiera.
De hecho, la Consejería de Educación de Andalucía y Red.es acordaban en el mes de julio invertir 67,3 millones de euros hasta 2008, un dinero que se destinará a mejorar la infraestructura y el equipamiento de los centros, primando la movilidad. El profesorado recibirá una atención específica dada la importancia de su cualificación previa para facilitar el uso del ordenador durante el horario lectivo. El próximo curso serán 543 los colegios e institutos andaluces que incorporen las TIC en sus aulas.
Los fabricantes que comercializan aplicaciones y plataformas Linux también tienen su oportunidad en el mundo de la educación. Sin embargo, a pesar de lo que en un principio pudiera parecer, la entrada de las marcas comerciales en el ámbito universitario (cuna por excelencia de Linux) es bastante difícil, dado que la mayoría de los centros cuentan con sus propios desarrollos. Así lo expone David Aycart, presidente de Esware Linux, quien afirma ser consciente tan sólo de un proyecto a este nivel en los dos últimos años (implantación de servidores AS400 en una universidad de Levante). Los proyectos en los que Esware ha tenido cabida se han situado bien en la enseñanza media bien en los institutos de formación profesional (IES). En este último caso la compañía ha participado recientemente en una operación por la que se ha ofrecido en sistema operativo un 30% más barato que a precio de calle a 1.500 centros, de los cuales un 20% ha acabado adquiriendo una copia. “El problema es que muchas veces los centros no cuentan con presupuesto propio, sino que les viene todo dado, es decir, partidas de PC que vienen con Windows preinstalado, por ejemplo”, explica. Sin embargo, Esware también ha participado en algunos desarrollos Linux propios de ciertas comunidades autónomas. Su último proyecto ha sido realizado en colaboración con la Junta de Castilla La Mancha, que el año pasado adquirió 25.000 ordenadores a través de Red.es con doble sistema operativo (Windows/Linux). No obstante, como explica Aycart, una cosa es el volumen cuantitativo (bastante representativo a su entender) de Linux en las escuelas y otro el cualitativo (desconoce el uso real que se hace de esta plataforma). Extremadura es la única comunidad que dispone de una distribución propia desplegada al cien por cien, mientras que Valencia y Andalucía, aunque también la tienen, no comenzarán a utilizarla hasta principios de 2006.
Revolución en la escuela
En un momento en el que la calidad de la enseñanza española ha sido puesta en tela de juicio, el Gobierno y las comunidades autónomas siguen invirtiendo dinero en la dotación tecnológica de escuelas, universidades y centros de formación profesional. La apuesta por una infraestructura informática básica es diáfana; sin embargo, el uso que de hace de ella no es el apropiado. De hecho, muchos son de la opinión de que las TI sólo podrán mostrar su verdadera rentabilidad si el sistema educativo nacional cambia radicalmente hacia un modelo donde el alumno pueda ser más participativo y el aprendizaje prime sobre los resultados académicos. Instituciones, fabricantes y demás agentes parecen ser conscientes de lo que tienen entre manos y la tecnología, como una herramienta más de trabajo y no como una asignatura, puede ser parte de la revolución que acabe con el estancamiento actual de muchos estudiantes.
Publicado el 29 Ago 2005
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