Sigue siendo inquietante que la empresa no se decida a invertir

Josep María Vilá, presidente de Sedisi

Publicado el 30 Dic 2003

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Josep María Vilá conversó con CHANNEL PARTNER durante la celebración de SIMO TCI, la mayor congregación de profesionales de la informática y las comunicaciones en España. Últimamente la patronal se está haciendo oír sobre asuntos que pueden definir el futuro de esta industria, como la puesta en marcha del plan España.es, la tramitación de la ley de patentes que se lleva a cabo en la UE y que va a tener sus repercusiones en el desarrollo del software, o la politización que, según algunos, se está produciendo en la elección de la tecnología por las Administraciones públicas. Sedisi, según sus directivos, va a estar muy pendiente de que las partidas dedicadas a España.es se incluyan en los próximos presupuestos del Estado. Además, el responsable de la organización empresarial adelantó que es muy probable que la fusión con Aniel sea un hecho antes de que acabe el año. Asimismo, Vilá predice que este año el negocio informático acabará creciendo alrededor de un 3 por ciento y que hay síntomas de que la salida del bache que supuso 2002, en el que el negocio decreció en términos globales un 8 por ciento, está a punto de ser superado.

Usted está al frente de un observatorio privilegiado del sector de las TI en España. A estas alturas del año supongo que tendrá claro cómo van a quedar los cosas. ¿Qué puede decirnos?
Los tres primeros trimestres del año han sido positivos [los últimos datos publicados por Sedisi, correspondientes al periodo entre julio y septiembre, el negocio creció un 4,8 por ciento]. Todo nos lleva a pensar que al final del año tendremos un crecimiento del sector no muy exagerado, más bien modesto, del 3 o 4 por ciento. Más específicamente, el hardware y el software crecerán en torno al 8 por ciento, mientras que los servicios quedarán prácticamente como el año pasado. La consultoría y el desarrollo de aplicaciones, muy ligados a la inversión, acabarán el año con caídas importantes, mientras que el mantenimiento y la externalización, que son recursos para reducir costes, tendrán subidas. El consumo es el segmento más dinámico, pero el repunte de la inversión empresarial todavía no se ha producido en 2003.

Esta atonía inversora en la empresa es bastante preocupante. Las compañías no abordan la implantación de nuevas infraestructuras y cuando recurren a la tecnología es para ahorrar costes e integrar lo que ya tienen. ¿Cuándo va a cambiar este panorama?
Esto es verdad. Las empresas están todavía reduciendo costes y todavía no hay una alegría para adelantar inversiones. Esperemos que en 2004 esto se produzca, sobre todo si los datos de la economía norteamericana, que creció el 7 por ciento en el tercer trimestre, empiezan a dar confianza.

En este sentido, el mundo del PC parece imparable. En el tercer trimestre se vendieron un 30 por ciento más de unidades [un 70 por ciento de expansión si consideramos sólo los notebooks]. ¿Cómo hay que tomar estos datos?
Es un hecho que en el mundo del consumo ha subido la demanda, pero sigue siendo inquietante que el mundo de la empresa no se decida a invertir y posibilite un crecimiento sostenido de verdad. El área de servidores, por ejemplo, sigue estancada.
¿Cuáles son las claves que para Sedisi perfilarán el año 2004?
Las expectativas que tenemos es que la cosa vaya mejor que en este ejercicio, pero no tan bien como en la última década. Podríamos acabar el próximo año con un crecimiento en facturación del 5 o 6 por ciento, pero la clave estará siempre en si las empresas empiezan a invertir o no. Todavía no hay nada que nos diga que esto va a ser así.

En el plano tecnológico, ¿qué es lo que va a mover el mercado el próximo año?
El avance más importante va a ser el UMTS, aunque su maduración será durante 2005. Sin embargo, hay que decir que UMTS no sólo será un cambio de velocidad en las redes, sino que potenciará aplicaciones absolutamente diferentes. Eso quiere decir que el año que viene habrá que trabajar en los contenidos, y eso sí dependerá de la capacidad de las compañías locales.

La distribución informática también ha sufrido gravemente en los últimos tiempos el estrechamiento de la inversión tecnológica y, por tanto, de sus márgenes de rentabilidad. ¿Cómo se ve la evolución del canal de ventas desde Sedisi?
La serie estadística que da cuenta de la facturación del canal de distribución en España nos indica que el peso de la venta indirecta ha crecido bastante en los últimos 10 años, aunque desde 2001 ha bajado en alguna medida. Sin embargo, la clave está en el valor añadido en forma de servicios de asesoramiento, de mantenimiento, etc.

Sin embargo, cabe preguntarse si, con la erosión tan brutal de los márgenes, no está haciendo insostenible el saneamiento financiero de las firmas de distribución, en especial de los mayoristas.
Esto es síntoma claro de eficiencia. Cuando un canal se va quedando márgenes por medio, como el de la fruta fresca, tenemos una cadena ineficiente, que además va a ser penalizada en algún momento. El distribuidor informático tiene que vivir de servicios que va a tener que inventar. Sin embargo, el canal, pese a todo, va a seguir ahí puesto que es necesario en las estrategias de venta de los fabricantes, y eso lo han demostrado durante años compañías como HP.

Sedisi ha saltado a la arena de los medios de comunicación para exigir más concreción en el programa gubernamental España.es. ¿Qué carencias muestra la propuesta oficial?
Queremos que España tenga un plan para alcanzar un salto cualitativo de su SI. Por eso vamos a apoyar España.es, una iniciativa que recoge muchas de nuestras propuestas. Sin embargo, nos gustaría que la implantación fuera más deprisa y que se trazaran objetivos y elementos de medición muy claros. También hay que definir muy bien con qué presupuesto contamos para cada línea del plan. No obstante, no queremos demorarnos discutiendo estas cosas. Queremos que se empiece a actuar ya, aunque sea con precariedad, y luego ya iremos trabajando sobre la marcha. El gran peligro es que España.es se convierta en algo como Info XXI, un mero inventario de cosas que se podían hacer.
El gran objetivo que se ha marcado Sedisi es la convergencia con Europa. ¿En qué punto del camino estamos? ¿En qué aspectos destaca España?
Con los datos de 2001 en la mano [los de 2002 todavía no han salido], tenemos indicadores donde sobrepasamos la media, como la administración electrónica o la banda ancha, sobre todo gracias a la implantación de ADSL en el último año y medio. Por el contrario, la gran carencia en España sigue siendo el desarrollo del comercio electrónico. En el e-business estamos en el 40 por ciento de la media europea. Y es que falta equipamiento en los hogares, no hay oferta de servicios locales, falta información al ciudadano y a la empresa para que entre en este negocio, y hay problemas culturales también. Si no ponemos remedio, nos convertiremos únicamente en mirones de la Red, pero no haremos intercambios.

Hablamos mucho de la Administración central, pero ¿qué hacen los Gobiernos autonómicos?
En Aragón, Valencia o País Vasco, por ejemplo, las Administraciones regionales han puesto dinero y han promocionado las nuevas tecnologías. También han colaborado con el sector privado para la compra de PC.

Sedisi también ha salido a la palestra para defender que la elección del software por parte de las administraciones no se politice. Ustedes entonces parten de la premisa de que, efectivamente, hay una utilización política de la tecnología. ¿De qué casos hablamos?
Hay que respetar la libertad del mercado. Que cada uno escoja la opción que le parezca mejor, pero que sea después de un análisis racional o de un concurso abierto. Lo que no puede ser es que haya predisposición previa a adquirir tal o cual plataforma. Esto ha pasado en las comunidades extremeña y andaluza.

¿Cuál es la posición de Sedisi en la controversia de las patentes?
En líneas generales, creemos que el software que está incluido en un equipamiento más complejo debe estar protegido. Si toda la vida se han patentado dispositivos electromecánicos, ahora lo suyo es que se sigan patentando sistemas donde esos elementos electromagnéticos han sido sustituidos por pequeñas piezas provistas de programas de software. En EE.UU. esto está fuera de discusión.

¿No frenará una futura proliferación de las patentes el desarrollo de los más pequeños?
¿Qué te parece si yo me cojo un teléfono móvil de Siemens, lo destripo y me lo copio sin ningún problema? Seguro que me sale más barato hacerlo, pero en el fondo es una trampa que le hacemos al mercado y no respetamos el I+D que ha aplicado Siemens a su teléfono. La patente ha funcionado en el mundo industrial desde hace siglos y debería seguir funcionando. Lo que hay que ver es hasta dónde lo extendemos.

Por lo que se ha venido diciendo en los últimos meses, la fusión con Aniel, la patronal de la electrónica y las telecomunicaciones, parece cosa hecha.
Debemos un respeto a los socios, que son los que al final tendrán que decidirlo. Las directivas de ambas asociaciones lo vemos bien, pero debemos aguardar a las palabras de las asambleas generales. Lo que está claro es que su representación en la sociedad debería converger.

¿Cuándo se va a someter este tema a las asambleas?
Es muy probable que lo hagamos antes de fin de año.

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Juan Cabrera
Juan Cabrera

Juan Cabrera tiene más de 20 años de especialización en el sector tecnológico y sobre todo en el canal de distribución. También ha colaborado con otros medios y promociona siempre que puede la buena literatura, la música y la vida saludable.

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