Desde el pasado 1 de junio, Tomàs Font es responsable de Wolters Kluwer Tax & Accounting en España y también en Italia. El nombramiento es consecuencia de un cambio organizativo en el gigante holandés del software de gestión, que ahora articula su negocio en Europa alrededor de tres regiones. El objetivo es aprovechar las economías de escala y las sinergias entre dos países que tienen una cultura empresarial muy parecida.
En una reunión con periodistas, Tomàs Font recordó que, a nivel de España, las metas estratégicas de su compañía son tres: desarrollo de una estrategia de nube; migración al cloud de soluciones y clientes que ahora siguen en on-premise; y apuesta decidida por la “apificación”, para que los programas de Wolters Kluwer cada vez se entiendan mejor entre ellos y con soluciones de terceros a través de API.
El directivo dijo que el año 2024 marcha bien en términos de negocio. “Hay mucha actividad”, proclamó. “Los datos son bastante positivos. Volvemos a niveles prepandemia. No solo en despachos”. Además, dijo que la oportunidad de negocio que van a traer cambios legislativos como la “ley antifraude” o la Ley Crea y Crece, que hará obligatoria la factura electrónica en todas las transacciones entre empresas en España, será “gigantesca”.
“El cambio legislativo que viene es bestial porque toca el corazón de las compañías. Es un cambio similar a la entrada del IVA en 1986. Habrá que modificar programas, pero también hábitos y sistemas de trabajo. Ya no se va a poder facturar con un Word o un PDF, y todavía son muchas las empresas que lo hacen”, explicó.
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La orden ministerial de la ‘ley antifraude’ sigue en el aire
Eso sí, recordó que el sector tecnológico sigue pendiente de la orden ministerial que dará los detalles técnicos del software para cumplir con la “ley antifraude”, una novedad normativa que probablemente se conocerá “antes de finales de año”. En esta línea, Font recordó también que los programas de Wolters Kluwer ya están muy adaptados y que los cambios técnicos finales serán mínimos, y que la expectación por la orden tiene que ver sobre todo con el calendario, porque marcará el inicio de la contrarreloj final para la adaptación.
Y es que las empresas tendrán nueve meses a partir del momento de publicación de la orden para adaptar su software a la ley. Y, por lo tanto, ya empieza a estar en entredicho la fecha de julio de 2025 como el momento a partir del cual los sistemas de facturación de las compañías (y de los despachos) deberán estar plenamente adaptados.
Además, Tomàs Font dijo que el sector de las asesorías tiene el reto de asegurar el recambio de plantillas para seguir creciendo. La edad media de los empleados de las asesorías va de los 30 a los 50 años, pero los jóvenes no acaban de interesarse por una profesión que es clave en la operativa de todo el sistema productivo.
Wolters Kluwer seguirá comprando compañías
Por último, en su repaso a la actividad de Wolters Kluwer, Tomàs Font, que venía precisamente de un evento con el canal de distribución de la compañía, recordó que la venta indirecta ya supone el 50% de todo el negocio, y que el objetivo es que su peso siga creciendo. Además, aseguró que, en un sector del software donde ganar escala es fundamental para avanzar, su compañía sigue ojo avizor a la hora de comprar empresas en este país. “Desde que Wolters Kluwer entró en España hemos adquirido más de 10 firmas, y siempre estamos buscando más”. Eso sí, no dio pistas de cuáles serán sus próximos movimientos en este sentido.
