Toshiba lleva un lustro apostando por el sector educativo y ya empieza a ver los frutos. El año pasado la compañía firmaba un acuerdo, valorado en 20 millones de euros, con el Gobierno de Castilla La Mancha para proporcionar más de 28.000 portátiles a los profesores de la enseñanza pública de esa comunidad.
Ahora, la compañía que dirige en España Alberto Ruano ha llegado a otro acuerdo para impulsar el uso de las nuevas tecnologías en los centros de educación privada de todo el país. Lo ha suscrito con Acade (Asociación de Centros Autónomos de Enseñanza Privada), una entidad que representa los intereses de más de 3.500 centros docentes, más del 90% del total, en los que estudian más de un millón de alumnos y trabajan más de 70.000 profesores.
Toshiba irá, centro por centro, aportando toda la tecnología necesaria para mejorar el acceso a la información en el aula, desde redes Wi-Fi a portátiles, además de formación y soluciones complementarias. Serán los centros los que adquieran los equipos, y no las familias, aunque los alumnos podrán llevarse a casa el notebook cuando el profesor lo estime.
El coste total de la iniciativa, que se prolongará los próximos cinco años, es de 100 millones de euros. Alberto Ruano, que firmó ante la prensa el acuerdo con Acade, no quiso hablar de objetivos de venta. “Si la educación te percibe como alguien al que vas a vender máquinas, estás muerto. A ellos hay que darles cosas como fiabilidad o seguridad. No obstante, lo que sí estamos haciendo es educar a los potenciales clientes de Toshiba y seguimos mejorando nuestra imagen de marca en este sector”.