A finales de 1989 Oki empezó a comercializar impresoras Led. Era la primera apuesta en firme por una tecnología que, a día de hoy, se ha convertido en un referente en el sector de la impresión policromática y que ha impulsado la popularización del uso del color en toda clase de empresas y corporaciones. Y es que la Light Emitting Diode o Diodos Emisores de Luz ofrece valores como calidad, velocidad, fiabilidad, nitidez, respeto por el medio ambiente y reducidas dimensiones en los equipos que la integran, e incluso la reducción de costes (al permitir una mayor internalización de las tareas de impresión), frente a las máquinas láser convencionales.
Veinte años después de que el fabricante lanzase al mercado las series OL400 y OL800, Oki celebra el vigésimo aniversario de una tecnología que le ha reportado muchos éxitos. No en vano, el modelo Okipage 4w (1996) se alzó con el título de la impresora monocromo más pequeña del mercado; el lanzamiento de la C5000 (2005) por menos de 1.000 € abrió el terreno láser/Led color a pymes y profesionales liberales y la presentación de la gama C8000 (en 2007) supuso la puesta en el sociedad de la primera línea de impresoras Led color A3 de sobremesa cuyas dimensiones y precio eran un 50% inferiores a las de cualquier printer A3 color del mercado.
Pero para alcanzar estos logros ha sido necesario profundizar en I+D, un departamento al que la multinacional destina más del 5% de su facturación global. Fruto de estos esfuerzos en innovación, Oki trabaja ya con la quinta generación de cabezales Led y ocupa el primer puesto en máquinas láser Led, tanto en formato A3 como A4, con un cuota del 60%. Juan Pedro Pérez, director de marketing, producto y planificación de ventas, estima que la compañía seguirá creciendo en participación y que de cara al futuro se esperan nuevos desarrollos con esta tecnología.