El futuro de Intel sigue siendo una incógnita. A finales del pasado verano, se filtró la noticia de que Qualcomm, también estadounidense, había ofrecido hasta 87.000 millones de dólares por el gigante de los chips, con el fin de enderezar su situación, que le había llevado a dejarse más de la mitad de su valor en bolsa en menos de un año.
Luego, en diciembre, se produjo la salida forzada de Pat Gelsinger, el CEO de la compañía. Pero las especulaciones sobre el futuro de Intel siguen produciéndose. CRN.com, medio de referencia del canal de distribución informático en Estados Unidos, informa sobre una posible adquisición parcial por parte de Broadcom y Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC), según varios informes recientes.
Intel, que se ha enfrentado a dificultades financieras y estratégicas en los últimos años, y que se ha visto superada claramente por Nvidia en el lucrativo negocio de la computación para cargas de inteligencia artificial, podría ser objeto de una reestructuración sin precedentes si estos planes se concretan.
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Los movimientos de Broadcom y TSMC
De acuerdo con un informe de The Wall Street Journal, Broadcom ha mantenido conversaciones informales con asesores para explorar la posibilidad de adquirir el negocio de diseño de chips de Intel, que abarca sus populares CPU Core y Xeon utilizados en ordenadores personales y servidores, respectivamente. Sin embargo, la empresa estadounidense Broadcom solo estaría interesada en avanzar con la compra si otro actor se hiciera cargo de la división de fabricación para terceros de Intel, conocida como Intel Foundry.
En este sentido, el fabricante taiwanés TSMC ha mostrado interés en adquirir algunas o todas las fábricas de Intel, incluyendo posiblemente sus instalaciones en Estados Unidos, Irlanda e Israel. Según Bloomberg y The New York Times, esta transacción podría realizarse mediante un modelo de consorcio, en el que otros diseñadores de chips y firmas de capital privado también podrían participar.
La postura del gobierno estadounidense
Según The Wall Street Journal y Bloomberg, la administración Trump no respaldaría una operación que supusiera transferir las fábricas de Intel a una empresa que no fuera estadounidense. En este sentido, Trump ha enfatizado la importancia de reforzar la manufactura nacional de semiconductores para reducir la dependencia de importaciones.
Según The New York Times, el presidente ejecutivo interino de Intel, Frank Yeary, ha mantenido conversaciones con la Administración estadounidense y con ejecutivos de TSMC para explorar un acuerdo que supondría separar claramente los negocios de diseño y fabricación en Intel, una posibilidad que sigue en el aire y que empieza a coger fuerza si se miran los movimientos de reorganización interna de la propia compañía.
Intel en crisis: despidos y pérdidas millonarias
En agosto de 2024, Intel anunció un plan de reducción de costos de 10.000 millones de dólares, lo que resultó en la eliminación de más de 15.000 puestos de trabajo. Además, la compañía ha visto caer su valor bursátil en más del 60% en el último año, lo que ha alimentado especulaciones sobre una posible división de sus unidades de negocio.
En diciembre de 2024, durante una conferencia con inversores, el entonces codirector ejecutivo interino de Intel, David Zinsner, dejó abierta la posibilidad de una separación completa de la compañía. “¿Se separará por completo alguna vez? Creo que esa es una pregunta abierta para otro día”, declaró en aquella ocasión.
¿Qué sigue para Intel?
En los últimos meses, Intel ha perdido cuota de mercado, permitiendo que competidores como AMD y TSMC tomen la delantera. La creciente demanda de soluciones de inteligencia artificial ha beneficiado a empresas como Nvidia. Los intentos de reestructuración y recortes de personal han afectado a sus acciones, y los desafíos en su negocio de fundición han dificultado su expansión en la fabricación de chips.
Si bien aún no hay un acuerdo formal sobre la mesa, la posibilidad de que Broadcom y TSMC fragmenten a Intel en sus partes esenciales genera incertidumbre en la industria de los semiconductores. La competencia de empresas como AMD y Nvidia ha debilitado la posición de Intel en el mercado, lo que podría acelerar las negociaciones en las próximas semanas.
A medida que la situación evoluciona, los analistas del sector siguen de cerca estos movimientos, ya que cualquier decisión sobre el futuro de Intel podría redefinir el panorama global de los chips y la manufactura tecnológica en los próximos años.