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¡Chicos, yo no cambio de empresa!



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Un plan de recompensas, otro de bienestar, ayudas para la salud, desarrollo global del talento, grupos de empleados afines, trabajo flexible y eventos de team building, son algunos de las iniciativas de Akamai para retener talento

Publicado el 27 feb 2024

Federico Dios

Director de preventas de Akamai España



Federico Dios, director de preventas de Akamai España

Este domingo, durante nuestra comida entre amigos, Mario anunció algo que nos dejó perplejos: “Me cambio de trabajo, estoy harto de mi empresa”. Esta no es una situación aislada, ya que hace unas semanas, Lola también compartió la misma decisión. En nuestro círculo, conformado en su mayoría por profesionales en TI, es desalentador ver cómo una parte significativa del talento TI en nuestro país no se siente satisfecha en sus lugares de trabajo. En un sector donde, según datos del INE en 2023, se publicaron alrededor de 230.000 ofertas de empleo TI, cambiar de organización no suele ser un problema para estos profesionales.

Sin embargo, la problemática real recae en las empresas, muchas de las cuales luchan por retener su talento. En Akamai, la historia es completamente diferente. En la última encuesta realizada el año pasado, todos los miembros del equipo expresaron su deseo de seguir formando parte de nuestra empresa durante mucho tiempo. ¿Cuál es el secreto detrás de esta lealtad? ¿Cuáles son las claves para fidelizar y retener el talento, reduciendo así la rotación de personal?

Claves de la retención de talento

Para que una empresa se convierta en un “Gran lugar para trabajar”, como la nuestra, donde el 100% de los colaboradores respalda esta afirmación año tras año, es crucial que las personas se sientan parte integral de la empresa. Es fundamental experimentar el trabajo como algo más que una tarea diaria, sentirse parte de un proyecto significativo.

Siempre me gusta contar una historia que me impactó profundamente. Imaginen a dos ingenieros, de empresas diferentes, que están diseñando  el acceso a un nuevo aeropuerto. Una visita le pregunta a cada uno sobre su trabajo. El primero, con cara de aburrimiento, responde: “Yo, diseñando un acceso”. El segundo, con una gran sonrisa, dice: “Yo participo en la construcción del que será el mayor aeropuerto del mundo”. El mismo trabajo, pero con pensamientos y perspectivas diferentes, revelando la importancia de la actitud y la perspectiva en el trabajo.

Es crucial que los profesionales se sientan parte de un proyecto significativo. Para lograrlo, se requiere, entre otras cosas, una estrategia de comunicación interna sólida que comparta los desafíos y objetivos que impulsan a la empresa. Comprender el “por qué” de las cosas es esencial.

Una vez que se conocen los objetivos, es vital confiar en los líderes y compañeros de equipo. La construcción de un buen equipo comienza con una buena labor de selección. No es suficiente contratar profesionales competentes; también deben poseer inteligencia emocional, empatía y la capacidad de ponerse en el lugar del otro si es necesario. En nuestra empresa nos enorgullece nutrirnos de individuos inteligentes, curiosos y creativos. Nuestros equipos son inclusivos y multiculturales, fomentando la diversidad de pensamiento, lenguaje e ideas.

Los Akamitas compartimos el amor por la tecnología, y cada uno de nosotros disfruta de oportunidades para mejorar habilidades y avanzar en nuestras carreras. Nos sentimos escuchados y apreciados, y contamos con iniciativas como un programa de recompensas, un plan de bienestar que incluye días dedicados al cuidado personal, ayudas para la salud mental que se vio reforzado después del covid, desarrollo global del talento, Grupos de Empleados Afines (ERG), trabajo flexible y eventos de Team Building que fortalecen los lazos entre colegas.

Además, a través de nuestra fundación, buscamos ser agentes de cambio social positivo con programas STEM, voluntariado de empleados y apoyo en situaciones de desastre.

Todo esto contribuye a que Akamai sea un lugar excepcional para trabajar. De hecho, tenemos muchos casos en Akamai donde algunos compañeros decidieron aventurarse en otros proyectos, y más tarde decidieron volver porque como en Akamai no se está en ningún sitio. Por eso, durante esa misma comida, declaré con firmeza: “Chicos, yo no cambio de empresa”.

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