En la primera alocución pública tras la compra de EMC, Michael Dell no habló sobre posibles despidos pero comentó que se producirían algunas sinergias y ajustes de costes sin entrar en más detalles. La operación también tiene amplias implicaciones para el conglomerado o federación EMC en la que participa VMware, según desvela la publicación CRN. En este sentido, Michael Dell dijo que la compañía estaba estudiando cuidadosamente la estructura de la federación para proteger los intereses de la empresa sin perjudicar alianzas vigentes con Cisco, Microsoft u Oracle.
En línea con esta idea VMware seguirá siendo una pieza esencial del conglomerado pero mantendrá su grado de independencia con el fin de garantizar su compromiso con otros fabricantes. “Yo no elegiría a VMware para la virtualización”, comentó enfáticamente Dell para rubricar este punto y aseguró que también mantendrían sus acuerdos con HP y Lenovo.
El máximo directivo también considera que la firma se encuentra muy bien posicionada para hacer la transición a la nube, según asegura la revista CRN: “Dell ha estado proporcionando la infraestructura para la nube, mientras que VMware está muy bien posicionada en la nube híbrida y en determinados entornos de data centers definidos por software”. Según el, cuando se produzca la transición hacia la nube pública también estarán muy bien posicionados gracias a su apuesta por SaaS (Software as a Service).
Dell dijo que las dos empresas también han tenido varias discusiones acerca de la seguridad, incluida la posibilidad de combinar la unidad de seguridad del buque insignia de EMC, RSA, con el brazo de ciberseguridad SecureWorks de Dell.