Intel recupera terreno, al tiempo que lo hace el PC. En 2013 los ingresos del gigante del silicio cayeron un 1%, hasta los 52.700 millones de dólares. En ese tiempo, el margen bruto cedió un par de puntos como consecuencia de la inversión en las fábricas para ajustarlas a los procesos de fabricación de 14 nanómetros. El beneficio neto en el periodo cayó mucho más (13 puntos porcentuales). El año fue de menos a más para la compañía. El reflejo de la mejora se ve en los resultados del cuarto trimestre del año. Los 13.800 millones de dólares de ingresos que tuvo entre octubre y diciembre suponen un 3% más que en el mismo periodo de 2012. Asimismo, los beneficios avanzaron un 6%, hasta los 2.600 millones de dólares.
Si en todo el año, la división de PC de Intel cedió un 4%, en el último periodo contable del año se quedó como estaba. Mientras tanto, la unidad que vende tecnología para centros de datos (básicamente servidores) tuvo mucho mejor comportamiento, como viene siendo habitual en los últimos tiempos. El Data Center Group creció en todo el año un 7%, mientras que en el último trimestre avanzó un robusto 8%.
En cualquier caso, de la facturación total de la compañía (52.700 millones), el grueso todavía proviene de los chips para ordenador (33.000 millones), mientras que los servidores suponen 11.200 millones y el resto de arquitecturas (donde se incluyen los procesadores Atom para netbooks, tabletas y smartphones) solo generaron 4.100 millones, un 7% menos. La contracción en esta unidad se debe, según Norberto Mateos, responsable de Intel en España, a la práctica extinción del formato netbook que ha tenido lugar en el último año.
Para 2014, la expectativa de Intel es repetir los niveles de venta del año que ha concluido. Además, una de las grandes apuestas corporativas de Intel para el año que empieza son las tabletas. Norberto Mateos adelanta que la firma quiere colocar sus procesadores en 40 millones de estos dispositivos, cuatro veces más que en 2013 y un 11,5% del total que se espera comercializar en todo el mundo (unos 350 millones). Mateos matiza que, si todo sale a pedir de boca, en valor la cuota será mayor, toda vez que sus procesadores no se integran en tabletas de 40 dólares.
Otro cantar es el smartphone, un negocio que se le sigue resistiendo a la compañía a pesar de tener variantes de Atom optimizadas para este tipo de dispositivo. Hace unas semanas, Mateos, en otro encuentro con la prensa, justificaba los pocos avances de la compañía en el mundo celular. El directivo señaló en aquella ocasión que es clave asociarse a los grandes players, y que eso por el momento no se ha producido. “El 80% de los beneficios de smartphones lo hacen dos jugadores [Samsung y Apple]. O te los ganas o no haces nada. Y para eso vamos a trabajar”, zanjó.
