El último año fiscal de NetApp fue “casi excelente” en España, según su director de canal, Francisco Torres-Brizuela. Y también rozó la excelencia para los partners. El casi lo puso, cómo no, la COVID-19. “Hasta el último trimestre íbamos como un tiro, pero la pandemia nos paró un poquito”, reconoce el jefe de canal. Como resultado, NetApp y sus socios comerciales han acabado creciendo en España a “simple dígito” en todo año fiscal último, concluido el 24 de abril. Es decir, por debajo del 10%.
“Nuestros partners hicieron su cuota y cumplieron objetivos de certificación. Además, durante el último año incorporamos nuevos partners en áreas estratégicas, como cloud”, relata Torres-Brizuela, que es amigo de metáforas y recurre a una deportiva para ilustrar el momento que viven su compañía y sus socios comerciales. “Estamos pedaleando junto a nuestros partners en un momento difícil desde el punto de vista financiero. Estamos subiendo el Tourmalet”.
El directivo recuerda que en las últimas semanas, y para animar la actividad y sobre todo evitar que aparezcan problemas financieros en su canal, el fabricante de sistemas de almacenamiento ha dado ayudas directas a su mayorista (Arrow) y a los partners que atiende directamente. Además, ha establecido un periodo de carencia en los pagos de seis meses. “Esto ayuda a que los proyectos que pueden estar cuestionándose por temas financieros se lleven a cabo”. Además, hay en estos momentos cinco promociones con rebates que son acumulables para el partner. Y, adicionalmente, NetApp ha prorrogado seis meses el vencimiento de las certificaciones actuales.
“Hasta el último trimestre íbamos como un tiro, pero la pandemia nos paró un poquito”, reconoce el jefe de canal
Ignacio Villalgordo, director general de la filial española, que acaba de cumplir dos décadas, también destaca el buen año de NetApp a escala local, a pesar del tropezón que supuso en el último mes y medio de su último año fiscal el estallido de la crisis sanitaria y el confinamiento. Villalgordo cuenta que un 30% de facturación ya viene del Flash, un mercado donde su compañía aspira a recuperar la primera posición. Además, destaca que una de las claves de la evolución última de NetApp está en el trabajo con los service providers, no solo con hipersescalares como AWS, Azure o Google, sino con los proveedores de servicio locales, como Kio Networks, Telefónica o Acens, entre otros. Es un negocio donde NetApp y sus socios crecen a un ritmo del 30%. También señala que la demanda de la Administración pública fue importante hasta el parón de marzo. Y que NetApp se ha beneficiado de la migración generalizada a la nube de los clientes. “Los clientes hacen backup en la nube de Office 365, y ahora también de Salesforce”. Francisco Torres-Brizuela asegura, de hecho, que este año fiscal es factible que NetApp duplique la facturación en servicios cloud que van por el canal.
“Ahora los proyectos tardan más en cerrarse, en parte porque hay más controles financieros”, explica el director general de NetApp
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La pregunta del millón
La pregunta del millón es cómo evolucionará el negocio en lo que queda de 2020, a la vista de que son muchos los expertos que predicen un rebrote de la pandemia, lo que tendría un fuerte impacto en la ya maltrecha economía del país. Ignacio Villalgordo reconoce que la crisis sanitaria ha lastrado muchos sectores como el turismo, el automóvil o el transporte. “Hay una ralentización a la hora de abordar proyectos. Ahora los proyectos tardan más en cerrarse, en parte porque hay más controles financieros”, explica el directivo. Sin embargo, también hay proyectos que crecen, como los que habilitan a las plantillas para trabajar desde casa. Además, Villalgordo destaca que NetApp tiene la solidez financiera necesaria para seguir innovando y acompañando a los clientes en su viaje a la nube.
El bocado de la COVID-19 al negocio mundial
Hace unos días, NetApp informó de sus resultados mundiales en el último año fiscal, finalizado el 24 de abril. Y la huella de la COVID-19 ya se hizo notar. El fabricante de hardware y software de almacenamiento, que en los últimos tiempos está haciendo esfuerzos por llevar a sus clientes a la nube, facturó en el periodo 5.410 millones de dólares, por 6.150 millones del año anterior. En el último trimestre contable, de febrero a abril, NetApp ingresó 1.400 millones de dólares, casi 200 millones menos que en ese mismo periodo de 2019, lo que supone un 12% de caída. La COVID-19 también dio un bocado a los beneficios. En el pasado trimestre se quedaron en 196 millones de dólares, la mitad que un año antes. En todo caso, la compañía saca pecho y dice que financieramente está fuerte y tiene recursos.