La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos y su interés en repatriar actividad industrial, o, cuando menos, rebajar la dependencia de China, está alterando la estrategia de los fabricantes tecnológicos. Es el caso de HP, que, como recoge la publicación estadounidense CRN.com, quiere trasladar fuera de China el 90% de la producción de los equipos de la marca que llegan a los mercados de América del norte. Y eso será para finales de este año fiscal, que concluye en octubre. Así, lo ha explicado el CEO de la compañía, el español Enrique Lores. El movimiento ha sido calificado por el propio Lores como un “cambio muy, muy grande”.
El objetivo de HP, según su primer ejecutivo, es hacer su cadena de suministro “más resistente”. No obstante, Lores asegura que China seguirá siendo un centro de fabricación importante para HP en el resto del mundo. Además, HP ha aumentado su inventario de producto y componentes durante el último trimestre con el fin de aminorar el efecto que tendrá la subida de aranceles provocada por la Administración Trump, según comunicó la directora financiera de la multinacional, Karen Parkhill.
En su primer trimestre fiscal, HP logró aumentar sus ingresos un 2,4%, hasta totalizar 13.500 millones de dólares. En el área de PC, las ventas crecieron un 5% interanual, hasta los 9.200 millones de dóalares. Mientras que en impresión, los ingresos cayeron un 2% y se quedaron en el periodo en 4.300 millones de dólares. Eso sí, la compañía aseguró que su servicio de suscripción Instant Ink ya cuenta con más de un millón de clientes.