Por el momento le va bien a IBM la vida sin el potente brazo de servicios que ha pasado a Kyndryl. IBM reportó hace unos días sus resultados de 2021, con unos ingresos en el ejercicio de 57.350 millones de dólares, un 3,9% más que en 2020. Además, los beneficios se elevaron a 5.743 millones de dólares, un 2,7%.
Pero lo mejor llegó en el cuarto trimestre, periodo en el que los ingresos de IBM subieron un 6,5%, lo que supone el mayor aumento trimestral en una década. En concreto, entre octubre y diciembre IBM comercializó equipamiento tecnológico y servicios por valor de 16.695 millones de dólares. Por su parte, el beneficio neto del último trimestre del ejercicio se disparó un 72%, hasta los 2.332 millones de dólares.
El beneficio neto de IBM en el último trimestre del ejercicio se disparó un 72%, hasta los 2.332 millones de dólares
Por unidades de negocio, la de software (donde se integran su oferta de nube pública) avanzó durante el año un 5,3%, hasta los 24.141 millones de dólares. Mientras que la de consultoría reportó una facturación de 17.844 millones de dólares, un 9,8% más. Sin embargo, el negocio de infraestructura cayó un 2,4%, hasta los 14.188 millones.
Los primeros resultados de IBM tras el spin-off de Kyndryl devuelven el dinamismo a la compañía, tras muchos años de crecimiento lento e incluso de retrocesos. Tras conocerse estos números, la acción repuntó un 7%. Además, la compañía ya ha adelantado que en 2022 crecerá en torno a un 5%, algo que en 2021.