Muchos de los parámetros contables de Intel marcaron caída en el último trimestre de 2022 y en todo el año fiscal. Es el resultado de la “transformación estratégica” a la que se enfrenta el gigante de los procesadores y también de la caída durante el último año de las ventas de PC, que vivieron con la pandemia un pico inesperado. En esa línea descendente se ha movido también el negocio de Windows de Microsoft en los últimos meses, tan ligado a la comercialización de ordenadores.
Intel tuvo ingresos en el último trimestre de 14.000 millones de dólares, un 32% menos. Además, en el apartado de beneficios netos, pasó de ganar 4.600 millones hace un año a perder ahora 700 millones. Y el margen operativo también quedó en rojo, con una caída de 32 puntos.
En el conjunto del año, la tónica fue parecida. Intel facturó 63.100 millones de dólares, por los 79.000 millones de 2021, lo que supone un 20% de descenso. El margen bruto cayó casi 13 puntos, hasta el 42,6%. Y las ganancias también cayeron un 60%, pasando de casi 20.000 millones de dólares a 8.000 millones.
Evolución de Intel por líneas de negocio
Por líneas de negocio, la parte más castigada fue la de Client Computing Group, encargada de fabricar los chips para ordenadores. En el año cedió un 23% en ingresos. También retrocedió la de Data Center y AI, dedicada a la fabricación de chips para centros de datos. Este negocio se dejó un 15% de ventas con respecto a 2021.
Las otras unidades, menores en cuanto a peso en el negocio total de Intel, sí crecieron. Destacó Mobileye, dedicado a la fabricación de componentes para el coche autónomo (+35%), e Intel Foundry Services, la gran apuesta del CEO Pat Gelsinger, encargada de fabricar chips para terceros y permitir a Intel competir con TSMC o Samsung, que creció un 14%, hasta los 895 millones de dólares.
Intel Foundry Services, la gran apuesta del CEO Pat Gelsinger, encargada de fabricar chips para terceros, creció un 14% en 2022
En octubre, Intel anunció un plan a tres años de reducción de costes y de mejora de la eficiencia, dotado con 10.000 millones de dólares. Y eso ha lastrado los resultados de la corporación en la recta final de 2022. Además, Intel también espera pérdidas para el comienzo de 2023. Los resultados no fueron bien acogidos por los inversores bursátiles, y la acción cedió un 7% al ser anunciados. Además, la cotización de la compañía se ha resentido un 37% en el último año.