Se espera que las ventas de PC vuelvan a crecer en 2024, después de un 2023 en el que previsiblemente caerán (en unidades) en torno al 10% a nivel mundial. Además de las tradicionales actualizaciones de Windows (hay que recordar que el soporte para Windows 10 termina en 2025), se suma como espoleta de las ventas de equipos personales la inteligencia artificial, que podría suponer el mayor avance para los puestos de trabajo desde la llegada de la movilidad y el wifi, hace 20 años.
Un adelanto del llamado “AI PC”, del que ya empieza a hablar toda la industria, lo dio la semana pasada Intel con la presentación en Nueva York de sus procesadores Intel Core Ultra para portátiles, que ya están o lo harán en breve en más de 230 configuraciones de fabricantes como Acer, Asus, Dell, Dynabook, Gigabyte, HP, Lenovo, LG, Microsoft, MSI y Samsung.
La gran novedad de esta nueva familia de procesadores es que, a la tradicional unidad central de procesamiento (CPU) y al chip para gráficos (GPU), añade una unidad de procesamiento neuronal (NPU), que es la responsable de sacar adelante las tareas habituales de las aplicaciones de IA, como clasificar imágenes, detectar rostros, hacer traducción automática o procesar lenguaje natural, entre otras cosas.
Índice de temas
Comunidad alrededor de los Intel Core Ultra
Intel asegura que, como parte de su AI PC Acceleration Program, más de 100 proveedores de software independientes (ISV) y más de 300 funciones aceleradas por IA se optimizarán de forma exclusiva para los procesadores Intel Core Ultra, lo que supone, siempre según la compañía, tres veces más aplicaciones y marcos de IA que cualquier otro proveedor de chips.
Intel afirma que la familia de procesadores Intel Core Ultra para portátiles es la primera basada en la tecnología de proceso Intel 4 y la primera que se beneficia del “mayor cambio arquitectónico de la empresa en 40 años”.
Nuevos Intel Xeon de 5ª generación
Intel también aprovechó el evento de Nueva York para anunciar la familia de procesadores Intel Xeon de 5ª generación, que, según la compañía, supone “un salto significativo en rendimiento y eficiencia” en comparación con la generación Xeon anterior, pues ofrece un 21% más de rendimiento medio para el rendimiento informático general y permiten un 36% más de rendimiento medio por vatio en una amplia gama de cargas de trabajo del usuario. Además, el fabricante garantiza que los clientes que sigan un ciclo de actualización típico de cinco años y actualicen generaciones anteriores pueden reducir su coste total de propiedad (TCO) hasta en un 77%.