Intel confirma su apuesta por la nube y los centros de datos definidos por software con la presentación de nuevas soluciones e iniciativas. En primer lugar, la compañía ha lanzado dos gamas de productos: los procesadores Xeon E5 v4 2600 y dos familias de discos SSD para el CPD.
En lo que concierne a los chipset, Antonino Albarrán, arquitecto de soluciones de Intel, ha explicado que ofrecen un 44% más de prestaciones respecto a la plataforma anterior. Aunque no se trata de una arquitectura nueva, estas soluciones de 14 nanómetros incorporan un 20% más de núcleos lo que les dota de mayor capacidad de procesamiento. Con nuevas funcionalidades, los Xeon se centran en proporcionar mayor y mejor rendimiento, seguridad y orquestación. En cuanto a este último punto, el directivo ha aludido al paraguas de tecnologías Intel Resource Director que brinda la posibilidad de asignar calidades de servicio a las máquinas virtuales permitiendo estipular caché y modificar el ancho de banda. Para lograrlo, el fabricante está trabajando tanto con service providers como con todos los hipervisores existentes en el mercado.
Otra de las novedades desveladas son las memorias de estado sólido. En concreto, la firma pone en el mercado la serie P3320 -los primeros en NAND 3D que conceden mayor densidad y rapidez- y la serie D3700 provistos dos puertos, lo que aporte redundancia y alta disponibilidad. Ambas propuestas optan por la tecnología PCI Express que se conecta directamente con la CPU. “Es la tecnología de conectividad del futuro para el data center”, ha confesado Antonino Albarrán.
Agilizar los despliegues en la nube
En segundo lugar, la compañía ha anunciado iniciativas encaminadas a ayudar a las empresas en su tránsito hacia la nube. Y es que, según Carlos Clerencia, director del sector corporativo de España y Portugal de Intel, llevamos años hablando de la nube y ahora el concepto está claro. Los clientes ya ven las ventajas de la cloud y cómo va a transformar los negocios, sin embargo, aunque saben qué se entiende por la fórmula pública y la privada, todavía les cuesta decidir. A todo ello hay que añadir que las cargas de trabajo están cambiando en el centro de datos, “son muy variables” –apostilla-, lo que implica la necesidad de tener una infraestructura muy flexible. En su opinión, no existe un modelo ganador, “al final habrá un modelo híbrido óptimo en la que administro mi infraestructura con un orquestador que gestiona el paso de una nube a otra”, especifica Clerencia. Nos dirigimos a nubes definidas por software o, dicho de otra manera, software-defined infrastructure (SDI).
Así las cosas y, precisamente para agilizar y simplificar las implementaciones en la nube, Intel puso en marcha el año pasado su programa Intel Cloud for All, una propuesta que acaban de fortalecer no sólo con nuevas soluciones (como los productos presentados anteriormente mencionados), sino también con más acuerdos de colaboración. Para ello se han focalizado en invertir mejorando la eficiencia de la infraestructura gracias a la búsqueda de compatibilidades y a tecnologías open source. También se han enfocado en perfeccionar de tal manera el software para que sea capaz de entenderse con el hardware. Y finalmente, conseguir un alineamiento de la industria para fomentar el desarrollo de estándares. En definitiva, vencer las barreras de adopción del cloud proponiendo, frente a un conjunto de soluciones fragmentadas, un conjunto de soluciones unificadas; frente a la ausencia de características, integrar más prestaciones; y frente a la complejidad en el despliegue, la sencillez a través de la creación de guías detalladas en las que se define cómo se hace la implementación.
Además de la Nube para todos, Intel está colaborando con VMware mediante la puesta en funcionamiento de una red de centros de excelencia que impulsarán optimizaciones personalizadas, facilitarán el testeo de pruebas de concepto y recogerán mejores prácticas en ciberseguridad, en colaboración con el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología de EE.UU. (National Institute of Standards and Technology).
Igualmente, junto con la Cloud Native Computing Foundation (CNCF) ha anunciado el mayor banco de pruebas del mundo para aplicaciones “nacidas en la nube”. Y colabora también con CoreOS y Mirantis para la gestión de aplicaciones basadas en contenedores y máquinas virtuales.
Por último, apuntar la ampliación de su plataforma cooperativa Cloud Builders que ya contemplaba el sector de las redes y Fabric, al segmento del almacenamiento (Storage Builders).