El sector educativo continuará apostando por las herramientas digitales tras la pandemia. Esa es la principal conclusión del estudio conducido por Wacom entre profesores de centros educativos y universidades eurepeas para evaluar el grado de adopción de herramientas digitales y los retos derivados de la implantación acelerada de soluciones virtuales. De acuerdo a este informe, el 59% de los profesores afirmó haber cambiado totalmente a un formato online al principio de la pandemia, el 37% aplicó un método híbrido, y solamente el 16% permaneció físicamente en el aula.
A lo largo de los meses de pandemia, la labor educativa se ha convertido en una actividad complicada de llevar a cabo y de desarrollar tanto por parte de profesores como de alumnos. Poco a poco, estudiantes y docentes se han ido adaptando hasta el punto de que ahora consideran que en el futuro compaginarán ambos modelos de enseñanza. A pesar de que la interacción personal sigue siendo uno de los aspectos que deben pulirse para mejorar la enseñanza en remoto, la tendencia hacia la digitalización es imparable.
El cambio radical de la enseñanza presencial a la híbrida o en línea ha hecho que. tanto profesores como alumnos hayan tenido que sustituir las pizarras, los cuadernos y los bolígrafos por herramientas digitales. Los dispositivos más utilizados por el profesorado para dar clases a nivel europeo han sido, en primer lugar, los ordenadores Windows (69%), seguidos de los smartphones (24%). Además, el 10% hace uso de un bolígrafo digital y el 7% de una pen tablet.
En cuanto al software, las aplicaciones más utilizadas han sido las plataformas y programas de reuniones online (77%), así como las de creación de presentaciones (67%), seguidos de los programas de texto como Word, (65%), de edición de PDF (55%), Google for education (42%) y los programas de pizarra digital (38%).
En España, aunque el 28% cree que las clases volverán a ser como antes, el 49% piensa que las clases híbridas serán más comunes a partir de ahora. Además, la tecnología en el aula es recibida positivamente en nuestro país: en España, el 60% cree que las herramientas digitales aportan flexibilidad a la enseñanza, un porcentaje superior a la media europea de (53%).