La industria tecnológica mundial sigue viviendo problemas de suministro. No ha sido capaz de superar la escasez de componentes desde el comienzo de la crisis sanitaria, de la que ya se cumple un año y medio. Periodistas y analistas hasta se han inventado un término de resonancias cinematográficas para describir esta disfunción: chipageddon.
La primera ola de la pandemia, a principios de 2020, obligó a cerrar las fábricas chinas, con la consiguiente caída de la producción. Luego apareció el problema de la falta de medios logísticos para traer a Europa esos productos, que se unió al exceso de demanda de equipos en los países occidentales, con millones de empleados y estudiantes confinados y que requerían tecnología para seguir operando desde casa.
Y han pasado los meses y las dificultades no se han reducido, sino que incluso han ido a más y afectan a múltiples sectores más allá del informático. Varios profesionales del canal mayorista consultados por CHANNEL PARTNER confirman que el problema tiene difícil solución a corto plazo y va a estar coleando el próximo año y medio. Están en la línea de lo que han venido contando primeros ejecutivos de los fabricantes de PC más importantes del mercado nacional.
Los mayoristas dicen que el problema tiene difícil solución a corto plazo y va a estar coleando el próximo año y medio
Hace poco, Alberto Ruano, el jefe de Lenovo en España, reconocía que su compañía había dejado de atender en el último año el 30% de los pedidos de ordenadores por la carestía de procesadores y por el boom de la demanda. Y que ha habido clientes que han tenido que esperar hasta seis meses para hacerse con el PC que quieren. Por su parte, Javier García Garzón, el director de canal en España de HP, aseguraba que la demanda sigue muy por delante de la oferta y recomendaba al canal asesorar a los clientes para que opten por los equipos con mayor disponibilidad, para minimizar los plazos de entrega.
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Enorme desequilibrio entre oferta y demanda
Antonio Valiente es el director de endpoint solutions en Tech Data, es decir, el responsable de la venta de dispositivos como portátiles, smartphones o impresoras. Para él estamos claramente en medio de una “tormenta perfecta”. “La demanda es muy alta y la pandemia dura más de lo que nos esperábamos”, recalca Valiente. Grosso modo, está habiendo una falta de oferta de componentes y configuraciones de ordenador e incluso de impresoras, lo que se une a una demanda desatada desde el año pasado y que ha seguido por las nubes en este comienzo de 2021.
El año pasado se vendieron un 40% más de portátiles en España, cuando en los últimos tiempos era un mercado de capa caída. Y en lo que llevamos de año, hasta mayo, las ventas han seguido avanzando a un ritmo cercano a un 30%. Y el desequilibrio entre oferta y demanda es generalizado en todo el mundo.
El suministro de componentes y equipos ensamblados en el mercado informático es “bastante irregular”, al decir de Valiente, que asegura que todo lo que tiene que ver con chipsets “está bastante tocado”. Además, recuerda que ahora la escasez se ha extendido a los módulos de comunicación, lo que está poniendo en dificultades también a la industria de los smartphones y las tabletas. E incluso a la industria automovilística, donde se están produciendo paradas momentáneas de fábricas por la falta de estos y otros componentes y donde las entregas se están demorando y en ocasiones se están entregando coches de fábrica con configuraciones que no tienen que ver con la petición original del cliente, para evitar de esta forma plazos de entrega “de muchos meses”.
“Todos los fabricantes están teniendo problemas graves de disponibilidad”, insiste Antonio Valiente, de Tech Data
“Todos los fabricantes están teniendo problemas graves de disponibilidad”, insiste Valiente, que echa de menos un flujo normal de procesadores, pantallas o memorias. El directivo dice que ahora mismo el canal informático no está en disposición de elegir producto o configuraciones y hace acopio de todo lo que hay disponible porque nadie puede asegurar cuándo se va a restablecer la normalidad. Además, reconoce que la carestía no sólo afecta a los portátiles de gama baja, como al principio de la pandemia, hace más de un año, sino que se ha extendido a las gamas media y alta.
Oligopolio en la fabricación
José Ángel Sánchez Rubio, director de marketing de Depau, un mayorista que en los últimos ejercicios crece muy por encima del mercado y que en 2021 logró facturar 213 millones de euros, un 36% más que el ejercicio precedente, explica que el origen del problema está en un oligopolio de la producción mundial de chips. “Hay escasez de todos los componentes en general. No hay microchips suficientes para abastecer el mercado. Sólo hay tres compañías con capacidad para producir microchips: Samsung, TSMC e Intel. Y se ven muy sobrepasadas para abastecer la alta demanda que se ha generado. Dentro de los componentes que más están faltando, te diría que destacan las tarjetas gráficas de gama media y alta. En este producto a la escasez de microchips se le suma el incremento de la demanda proveniente del minado de criptomonedas”.
“Sólo hay tres compañías con capacidad para producir microchips: Samsung, TSMC e Intel”, dice José Ángel Sánchez Rubio, de Depau
El director de marketing de Depau insiste en que hoy los problemas logísticos son “menores”, al contrario que pasaba al principio de la pandemia, y que el gran cuello de botella está en las líneas de fabricación de procesadores por la propia composición de esta industria, que en un 80% está radicada en Corea del Sur y Taiwán, y donde desplazar entornos fabriles es muy complicado y una tarea de muy largo plazo.
La consecuencia: precios al alza
La unión explosiva de escasez de oferta y altísima demanda de equipos informáticos está tirando para arriba de los precios. Según algunas fuentes del sector, los fabricantes de componentes están haciendo su agosto. “El producto es escaso, la demanda es excesiva y los precios, lógicamente, suben”, asegura un profesional del canal, que desvela que en los últimos meses hay productos que se han incrementado su PVP un entre un 10% y un 15%. En una entrevista reciente, Javier García Garzón, de HP, era explícito en este punto y aseguraba que los precios de los portátiles están creciendo hasta un 20% como resultado de este desajuste y de que cada vez los usuarios piden mejores prestaciones.
Luz al final del túnel en 2022
Antonio Valiente, de Tech Data, coincide con otros consultados al aventurar que el final de esta crisis de oferta está lejos de resolverse. “Para empezar a ver la luz tendremos que esperar al segundo semestre de 2022”. Y también advierte de que los problemas de suministro pueden afectar a las inversiones que generen los fondos europeos de recuperación, que movilizarán miles de millones de euros y con los que el Gobierno espera digitalizar a millones de empresas en este país.
En esta línea se manifiesta también José Ángel Sánchez Rubio, que también sitúa la normalización a finales de 2022, según la información que le transmiten los fabricantes. Depau por el momento ha ralentizado su ritmo de crecimiento. En lo que va de 2021, la facturación del mayorista, que es el segundo de capital nacional por ingresos, ha crecido “en torno al 4%”, un dato que contrasta con el avance del 36% en 2020. De todas formas, Rubio le ve el lado positivo: “Crecer dos años seguidos por encima del 30% no creo que sea viable ni positivo para nosotros, ya que debemos ir adecuando los medios para poder seguir atendiendo a todos los clientes con la misma agilidad. Crecer sí, pero sin perder calidad en el servicio que prestamos a nuestros clientes”.