La quiebra de la compañía surcoreana Hanjin, una de las mayores navieras del mundo, está trayendo más de un quebradero de cabeza a los fabricantes que utilizan sus servicios para transportarmercancías a uno y otro lado del globo. Una de las multinacionales TI afectadas es Samsung con productos varados en los barcos de Nanjin por un valor de 38 millones de dólares, la mayor parte de ellos televisiones y otro tipo de dispositivos.
El pasado viernes la firma coreana solicitó a un juez de Estados Unidos la posibilidad de pagar para que los operadores de terminales pudieran llevar a puerto sus mercancías desde los barcos de Hanjin estacionados cerca de los puertos del país americano y donde no se les permite atracar. Fuentes de la compañía tecnológica comentaron que de alargarse la situación, tendrían que fletar al menos 16 aviones para recuperar las mercancías, lo que conllevaría un coste superior a los 8,8 millones de dólares, según señala Reuters.
Los abogados de Samsung advierten de que la dilación en la toma de decisiones podría conllevar un daño significativo sobre las finanzas de la compañía y repercusiones en la cuenta de resultados. El hundimiento de la naviera, a la que la banca no quiso seguir sosteniendo a flote, como explica El Economista, no podía haber llegado en peor momento, ya que ha roto la cadena de suministro justo en el pico estacional, cuando los almacenes se llenan de cara a las ventas que se avecinan por eventos como el Black Friday a finales de noviembre o la temporada navideña.
La quiebra ha provocado que más de 80 barcos sobre una flota de más de 97 quedaran atrapados en alta mar, sin acceso a los puertos ante los problemas de liquidez que impiden pagar las tasas para atracar y descargar. La situación ha sido desbloqueada y numerosos países han permitido la entrada de los buques, algunos de los cuales se estaban quedando sin provisiones para sus marineros.
En Españatres barcos de Hanjin han podido atracar sin problemas en los puertos de Valencia y Barcelona y los operadores de las terminales han prestado servicios a todos los buques que los han solicitado, según Puertos del Estado. La empresa pública prevé que se reasignen los tráficos de Hanjin a otras navieras de modo que la quiebra no afecte al volumen de mercancía, aunque podría tener consecuencias sobre el tránsito internacional.
