Microsoft necesitaba un revulsivo en el área de navegadores. Su histórico Explorer, que se mantiene con una cuota de mercado casi residual (menos del 2% en todo el mundo) deja paso a Edge Chromium, que tras meses de pruebas ve ahora la luz. Como novedad, el nuevo navegador de Internet de Microsoft está basado en el código abierto de Google y disponible para sistemas operativos Windows y macOS. Esta interoperabilidad responde a la línea marcada por el CEO Satya Nadella de abrirse a entornos que hace unos años eran considerados rivales, como el de Apple y Linux. También es una constatación del dominio de Google en Internet con su navegador Chrome.
Desde esta semana, cualquier usuario que lo desee puede descargarse Edge Chromium de manera gratuita. Además, los que tengan instalado Windows 10 recibirán en los próximos meses una actualización de sistema que reemplazará de forma automática al navegador actual. Chromium, que podrá ser usado por los desarrolladores de forma gratuita, no supone en cualquier caso la desaparición de Explorer, que seguirá recibiendo soporte y que Microsoft espera que vaya dejando de usarse paulatinamente.