Los gigantes del sector del aluminio Alcoa Corporation y Rio Tinto Aluminum han anunciado la formación de una empresa conjunta para comercializar una nueva tecnología patentada que elimina las emisiones de gases de efecto invernadero del proceso de fundición tradicional, un paso fundamental en la producción del aluminio. Se trata de un avance revolucionario en la fabricación de uno de los metales más empleados en todo el mundo.
Como parte de su compromiso para reducir el impacto medioambiental de sus productos a través de la innovación, Apple ha ayudado a acelerar el desarrollo de esta tecnología. Además, ha colaborado con las dos empresas de aluminio y los gobiernos de Canadá y Quebec con el fin de invertir de forma colectiva 144 millones de dólares en investigación y desarrollo.
“En Apple nos comprometemos a desarrollar las tecnologías que favorecen al planeta y a ayudar a protegerlo para las próximas generaciones”, ha declarado Tim Cook, consejero delegado de Apple. “Estamos orgullosos de formar parte de este ambicioso proyecto y deseamos que llegue el día en el que podamos utilizar en la fabricación de nuestros productos aluminio producido sin emitir gases de efecto invernadero”.
El anuncio, al que asistieron personalidades de primer nivel, como el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, el primer ministro de Quebec, Philippe Couillard, y la directora senior de Apple, Sarah Chandler, es el resultado de décadas de investigación y desarrollo. La participación de Apple comenzó en 2015, cuando tres de sus ingenieros se embarcaron en la búsqueda de una forma más sostenible y eficiente de producir aluminio a gran escala.
Tras reunirse con las mayores empresas de aluminio, laboratorios independientes y startups de todo el mundo, los ingenieros de Apple Brian Lynch, Jim Yurko y Katie Sassaman dieron con la respuesta en Alcoa Corporation. El aluminio lleva produciéndose a gran escala mediante el mismo proceso desde 1886, año en el que fue inventado por Charles Hall, fundador de Alcoa. En este proceso, se aplica una fuerte corriente eléctrica a la alúmina que elimina el oxígeno. Tanto los experimentos originales de Hall como las plantas de fundición más grandes de hoy en día utilizan un material de carbono que se quema durante el proceso, lo que produce gases de efecto invernadero.
Lynch, Yurko y Sassaman descubrieron que Alcoa había diseñado un proceso totalmente nuevo que sustituía ese carbono por un material conductor avanzado y, en lugar de dióxido de carbono, liberaba oxígeno. La posible repercusión medioambiental era enorme, pero Alcoa necesitaba un socio para poder ponerlo en marcha rápidamente. Fue entonces cuando David Tom, Maziar Brumand y Sean Camacho, de desarrollo empresarial de Apple, invitaron a Rio Tinto a participar en las conversaciones. Esta empresa tiene una gran presencia internacional, además de una dilatada experiencia en el desarrollo de tecnologías de fundición y en las ventas y la comercialización mundiales.
Las dos empresas de aluminio han formado una empresa conjunta llamada Elysis que se dedicará a desarrollar esta tecnología para lograr una producción y comercialización a mayor escala, con un paquete que se prevé saldrá a la venta a principios de 2024. Apple seguirá además ofreciendo asistencia técnica. Esta tecnología en trámite de patente ya se utiliza en el Alcoa Technical Center, a las afueras de Pittsburgh, y el proyecto invertirá más de 30 millones de dólares en Estados Unidos.
Cuando esté totalmente desarrollado y en marcha, este nuevo método tendrá la capacidad de erradicar las emisiones directas de gases de efecto invernadero del proceso de fundición en todo el mundo, y fortalecerá los estrechamente integrados sectores de la fabricación y el aluminio de Canadá y Estados Unidos.
Las novedades de hoy se suman al anuncio del mes pasado en el que Apple hizo público que ahora todas sus instalaciones se abastecen únicamente con energía renovable, y que 23 de sus proveedores se han comprometido a hacer lo mismo. Además, como parte de su objetivo de llegar a fabricar todos sus productos a partir de materiales reciclables o renovables, Apple presentó a Daisy, un robot capaz de desmontar los iPhone de forma más eficaz para recuperar las piezas valiosas. Todo un ejemplo de la alta tecnología de reciclaje del futuro.