Con el objetivo de facilitar la vida a los consumidores y reducir los residuos electrónicos generados por la industria tecnológica, el Parlamento Europeo acordó a principios de junio establecer un solo tipo de cargador universal para todos los dispositivos electrónicos de la Unión Europea. En concreto, el Europarlamento ha anunciado que, para el año 2024, se deberá utilizar el cargador USB Tipo-C en todos aquellos dispositivos portátiles de tamaño pequeño y mediano de uso frecuente. Es decir, un puerto de carga común válido para móviles, tablets, eBooks, auriculares y cámaras.
Con esta medida, el USB Tipo-C se convertirá en el cargador europeo por excelencia y los consumidores podrán utilizarlo en todos sus dispositivos. Además, otra de las grandes novedades es que, a partir de la fecha señalada, los ordenadores portátiles tendrán un margen de 40 meses para adaptarse a esta nueva legislación e incorporar también el modelo universal.
Esta iniciativa surge a raíz del gran impacto generado por los residuos electrónicos. En concreto, según datos facilitados por el Parlamento Europeo, los cargadores desechados y no utilizados representan unas 11.000 toneladas de residuos electrónicos al año. Para Anovo, empresa especializada en servicios de postventa tecnológica, “la nueva legislación sitúa a Europa a la vanguardia en materia de sostenibilidad dentro de la industria tecnológica”. En este sentido, reconoce que “los primeros que trabajarán en adoptar esta medida serán los fabricantes, que hasta el momento decidían con total libertad cuál era el puerto de carga más conveniente para sus dispositivos”. Los portavoces de Anovo también apuntan que “muy probablemente, homogeneizar los cargadores en Europa supondrá cambios en el mercado tecnológico a nivel mundial”.
Así pues, esta legislación se enfoca en construir una industria más sostenible que proporcione productos más duraderos. Sin embargo, desde Anovo también destacan el impacto que tiene esta iniciativa en el consumidor final ya que, tal y como indica la Cámara Europea, conducirá a una mayor reutilización de los cargadores y supondrá un ahorro de hasta 250 millones de euros en la compra de cargadores innecesarios. “Ofrecer un cargador compatible con todos los dispositivos es un gran paso para evolucionar hacia una producción y un consumo más responsable con el medio ambiente”, declaran fuentes de Anovo. En la misma línea, destacan que “los usuarios dicen adiós a la frustración y el gasto que suponía la adquisición de cargadores de distinto tipo para cada dispositivo”.
Finalmente, los especialistas de Anovo aseguran que “se trata de una legislación que deberá revisarse y actualizarse al mismo ritmo que lo haga la industria tecnológica”. En concreto, añaden que “es muy probable que en los próximos años el cargador más habitual sea el inalámbrico y eso requerirá de una revisión y actualización del marco regulatorio”.