Se vende impresión, no máquinas

El pago por uso, que ya está llegando a la pyme, y la tecnología ePrint revitalizan el sector

Publicado el 06 Mar 2013

57951_79

El negocio de impresión se encuentra en pleno proceso de reconversión. Las ventas de hardware siguen muy deprimidas, tal y como confirma Víctor José Rodríguez, jefe de área de producto de Kyocera. Según sus datos, correspondientes a los nueve primeros meses del año, las decrecimientos en láser se sitúan en torno al 10% en multifuncionales y al 30% en impresoras. “Y eso tras venir de otro año malo, como fue 2011”, puntualiza. Eso no es todo, de acuerdo con este directivo, “hay segmentos del mercado que han caído más de un 80% en los últimos 4 años”. David Moure, business sales manager de Epson, reconoce que la coyuntura financiera global tiene repercusión pero que existen algunas “lagunas” en positivo, excepciones a la regla, como que las máquinas de inyección de tinta para oficina han crecido respecto a los niveles del ejercicio anterior “debido, en gran parte, a la propuesta de ahorro en costes de impresión y reducción del consumo energético”; así como las de ink-jet inalámbricas y la cuota de mercado de esta compañía en este sector. “La situación es complicada pero no todo es absolutamente negativo”, perfila. De hecho, Fernando Álvarez-Cascos, director de canal partner del área comercial para España y Portugal de Canon, indica que, precisamente ahora, la reducción de costes y la eficiencia son fundamentales y alude a un informe elaborado por la consultora independiente RS Consulting que señala que la impresión de documentos sigue siendo un elemento fundamental en las compañías: en el 83% de las empresas se imprime de forma diaria y uno de cada tres encuestados afirma que sería incapaz de realizar su labor si careciera de impresora, escáner o copiadora en su lugar de trabajo. A este parecer, Carles Miquel, sales manager de Impresoras y Consumibles de Tech Data España, piensa que pese a estar afectado por la crisis, la impresión sigue siendo un mercado sólido (si bien con reducidos márgenes) y además complementado por la industria de los consumibles, que le da más fuerza. Una opinión que comparte Joaquín Rebollo, director de administración de ventas de Oki, al declarar que en España existe un elevado número de empresas que siguen demandando soluciones de impresión para sus negocios. “Esta necesidad por parte del sector empresarial en su conjunto provoca que tanto la venta de impresoras, como la prestación de servicios ligada a la comercialización de máquinas, se hayan mantenido en niveles aceptables”. Eso sí, confirma que este sector ha tenido que enfrentarse a un complicado entorno económico donde la adaptación y la aportación de nuevas propuestas se han convertido en una de las vías más importantes para conseguir la rentabilidad. De ahí que Xavier Regué, director de categoría de impresión de PPS HP Iberia, hable de una reconversión y consolidación de parques de impresión por equipos multifuncionales que dan servicio a más usuarios y de una manera más eficiente, dando lugar a una métrica relevante de la industria centrada no tanto en el número de impresoras vendidas, sino en el mercado de impresión como un todo, incluyendo servicios, software y número total de usuarios y páginas impresas que se pueden alcanzar y servir de forma más ágil. “No se trata de vender impresoras como tal, hemos transcendido al concepto de impresión como un todo que engloba no sólo la máquina sino también los consumibles, las soluciones de gestión documental y servicios adicionales”.

El coste por página llega a la pyme

Sea como fuere, la impresión es una tarea que sigue siendo imprescindible en el ámbito corporativo pero bien es cierto que la venta de equipos ya no es lo que era de ahí que los actores protagonistas de este campo hayan buscado nuevas fuentes de ingresos a través de fórmulas de pago por uso. “Pasamos de un modelo de negocio, el transaccional, lleno de sobresaltos para el usuario, donde en cualquier momento debe hacer frente a comprar un tóner, un recambio, o a abonar las piezas, el desplazamiento y la mano de obra de un técnico, a otro en que el consumidor sabe lo que paga exactamente cada mes. Además, esta vía altamente recomendable para el cliente final, lo es también para el distribuidor, que se asegura la venta de los consumibles y del servicio, algo que a la vista de la tendencia en la venta de equipos, resulta del todo fundamental en los tiempos que corren. Por supuesto, para poder entrar con éxito es importantísimo hacerlo de la mano de un fabricante que realmente crea y tenga experiencia con él”, expone el portavoz de Kyocera. Y es que, estas propuestas, que hace apenas unos años apenas eran conocidas ni demandadas por el público, ahora están a la orden del día. Es más, el coste por página está calando incluso en la pequeña y mediana empresa que empieza a tomar conciencia de los beneficios de este sistema. Así lo creen desde Canon: “Los servicios gestionados de impresión MPS están llegando ya a la pyme y han dejado de ser un territorio exclusivo y reservado para las grandes compañías”, Oki: “En la actualidad, las pymes españolas se han convertido en sus principales demandantes” o HP: “Las pymes cada vez son más conscientes de los beneficios de este modelo, por lo que también lo están adoptando”. No en vano, la crisis y la urgencia de optimizar costes en cualquier negocio está llevando a que los managed print services sean un recurso cada vez más solicitado pues ayudan a una mayor y mejor monitorización y control de los costes de impresión –los ahorros pueden ser de hasta el 30%- y posibilitan que el responsable de estas tareas pueda dedicarse a otros quehaceres olvidándose de cualquier preocupación asociada a esta labor. Es el propio fabricante el que se encarga, en la mayoría de los casos a través de sus partners, de la instalación de las máquinas, el mantenimiento y soporte de las mismas o la formación y análisis de los requerimientos del usuario, incluso controla el consumo de los dispositivos enviando nuevos consumibles cuando así lo requiera el cliente y recogiendo y reciclando los gastados. El canal, adaptándose a las nuevas necesidades de los clientes, ha de formarse y reconvertirse para poder ofrecer esos servicios de valor añadido.

Miquel, de Tech Data, discrepa argumentando que las fórmulas de pago por uso presentan un gran potencial, “pero nuestra percepción es que es un modelo al que le queda terreno por recorrer, sobre todo en la pyme donde se encuentra en un estado más embrionario”. Reconoce que este tipo de servicios avanzan, aunque “no puede decirse que lo hagan de forma vertiginosa, con una implantación masiva”. Además, apunta que cada proveedor gestiona el asunto de forma diferente por lo que se halla en estadio distinto según de quién se trate. Si hablamos de mayoristas, como es su caso, Miquel señala que, en algunos casos, la fuerza comercial de esta figura trabaja en la vinculación del distribuidor a una determinada marca y en que éste ofrezca el programa del coste por página de la misma, recibiendo una comisión durante la vida de cada contrato. En otros casos, el mayorista opera como brazo logístico en el suministro de consumibles a los partners. “Podemos decir, pues, que hay casi tantos modelos diferentes como fabricantes de sistemas de impresión”, confiesa.

Avances tecnológicos

No sólo este sector ha evolucionado desde un punto de vista operacional (hacia un sistema de pago por uso) sino que también ha experimentado avances desde una perspectiva tecnológica. Entre las innovaciones más relevantes figuran la salida al mercado de modelos más rápidos y eficientes (imprimen a mayor velocidad con menores costes por página y un reducido consumo de energía), provistos de unos componentes (incluyendo los consumibles) que han mejorado mucho su durabilidad y resistencia, así como su respeto por el medio ambiente. Con interfaces más intuitivos, también se ha progresado mucho en cuanto a productividad, en la calidad de impresión, en la obtención de colores y en su capacidad de escaneo e impresión remota, inalámbrica y directamente a la nube, desde el punto de vista del hardware. A nivel de software, las mejoras han sido considerables haciendo posible una mayor gestión de los propios dispositivos permitiendo el control y limitación de uso de lo que se imprime (cantidad de páginas, en qué áreas o departamentos, qué empleados lo están haciendo, momento del día y tipo de archivos, etc) y la configuración de reglas o parámetros para llevar a cabo estos procesos.

¿Qué te ha parecido este artículo?

Tu opinión es importante para nosotros.

A
Cristina Albarrán

Artículos relacionados

Artículo 1 de 2