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“La actividad estas semanas es frenética. Parece que estamos en Black Friday. Incluso ha habido días en que hemos facturado más que en Black Friday”. Lo cuenta Agustín Sánchez, el director general del mayorista Depau, con sede en Cartagena. Depau, que el año pasado facturó 157 millones de euros y emplea a más de 150 personas, no da abasto estos días para servir portátiles, webcams, impresoras o pequeños electrodomésticos como cortadoras de pelo. Es la cara positiva de una crisis sanitaria que está pasando factura en términos económicos a muchos sectores y empresas de este país.
De todas maneras, hay nubarrones en horizonte para empresas como Depau y para buena parte del canal de distribución que desde mediados de marzo atiende el pico de demanda de tecnologías para el teletrabajo. Y es la escasez de suministro, un problema mundial en estos momentos. “Estamos teniendo muchos problemas de escasez de material. Se acabaron las impresoras, las webcams y los portátiles, sobre todo los modelos de gamas bajas y medias. Además, los fabricantes tampoco tienen mucho material”, reconoce Agustín Sánchez.
“En impresoras de gama baja también se vende todo lo que llega en el mismo día”, asegura el directivo de Depau
Y sigue razonando: “No hay producto de nada porque la demanda subió un disparate. Y no se ha podido reponer porque los fabricantes trabajan con un forecast (previsión) a tres meses. Es decir, ahora estamos recibiendo producto que se pidió el trimestre pasado”. De hecho, Depau tenía un stock al comienzo de la crisis sanitaria de 23.000 portátiles y ahora no le queda “prácticamente nada”, excepto configuraciones de gama alta. “En impresoras de gama baja también se vende todo lo que llega en el mismo día”.
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Componentes a la baja
Pero no todos los productos están funcionando. El director de Depau reconoce que muchos de los componentes para ensamblar PC están sufriendo. “Los discos SSD están bajando de precio porque hay demasiado stock, por ejemplo”. Para los próximos meses, Sánchez es moderadamente optimista. Y dice que la demanda seguirá alta mientras se mantenga el confinamiento. En su opinión, la tecnología se ha convertido en la sustituta de la moda como objeto de deseo y como destino de las inversiones de las familias. “No te compras un bolso porque si no vas a salir, no tiene sentido. Y acabas comprando una buena pantalla o algo por el estilo”.
Depau tenía un stock al comienzo de la crisis sanitaria de 23.000 portátiles y ahora no le queda “prácticamente nada”
Eso sí, este veterano directivo advierte de que, cuando acabe la crisis sanitaria, posiblemente llegarán las vacas flacas. Por otra parte, desde Depau no han notado problemas financieros o de liquidez en sus clientes, que son mayoritariamente tiendas de proximidad que en estos momentos se han convertido en canales fundamentales para servir producto a los clientes finales. “Nuestros clientes están aguantando bien la crisis porque siguen vendiendo, por teléfono o por Internet”.
Contratación de personal en tiempos de cuarentena
El máximo responsable de Depau también nos cuenta qué medidas ha adoptado la compañía durante la cuarentena y para proteger a su personal. “Al principio nos costó encontrar mascarillas, por ejemplo, pero luego, a través de contactos, conseguimos esta medida de protección, así como alcohol de un fabricante de Murcia. Ahora estamos relativamente bien”. En Depau, como en otros mayoristas, el grueso de la plantilla está trabajando desde casa. En el caso del almacén y el servicio técnico, la firma ha organizado dos turnos, para cubrir un horario que va de las 7 de la mañana a 9 de la noche. “Incluso hemos contratado a 10 personas en este periodo”, añade Agustín Sánchez.
